Río de Janeiro – El Comité Río 2016, encargado de la organización de los Juegos Olímpicos en la ciudad brasileña, divulgó ayer un informe en el que se anuncian las medidas para mitigar el impacto de la huella de carbono del evento, estimado en 3.6 millones de toneladas de gases de efecto invernadero. Para realizar los cálculos se ha tenido en cuenta el impacto en la huella de carbono derivado de las operaciones, de la construcción de infraestructuras e instalaciones y también la de los espectadores.
Según el informe, durante la competición se emitirán 3.6 millones de toneladas de carbono, una cantidad que, según el estudio, se compara con el uso de 32 millones de teléfonos móviles durante un año. El proyecto para minimizar la huella de carbono incluye acciones de reducción y mitigación de emisiones, que equivaldrían a 2 millones de toneladas de CO2, y medidas de compensación de las otras 1.6 millones de toneladas de gases contaminantes.
"Nuestro objetivo es implementar acciones para minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero, es decir, hacer unos Juegos con una baja huella de carbono", explicó ayer a la prensa la directora general de Sostenibilidad, Accesibilidad y Legado del Comité Río 2016, Tania Braga.
Entre las iniciativas, se contempla la reducción de la cantidad de materiales de construcción a través de un "diseño inteligente" y la sustitución del uso de combustibles fósiles por fuentes de energía renovables y alternativas. Por otro lado, el gobierno del estado de Río de Janeiro se comprometió a compensar 1.6 millones de toneladas de gases de efecto invernadero con la plantación de árboles y a través de programas de reforestación del Bosque Atlántico, ecosistema de gran parte del litoral brasileño.
EFE