CARSON, California, EE.UU. — El kazajo Gennady Golovkin detuvo el sábado por la noche al mexicano Marco Antonio Rubio en el segundo asalto de su combate, defendiendo el título de peso mediano WBA con su 18va victoria por nocaut. Golovkin (31-0, 28 KOs) brilló en su breve debut en la Costa Oeste con un demoledor zurdazo a la frente.
Rubio se desmoronó sobre la lona y no logró recuperarse a tiempo, poniendo fin a la pelea a los 1'19" del segundo round. Golovkin arremetió contra Rubio (59-7-1) en su duodécima defensa del título, y ya al comienzo del segundo asalto había hecho daño al mexicano con un derechazo y un gancho de izquierda.
La alborotada multitud, que acabó con todos los boletos disponibles, coreó el nombre del boxeador kazajo entrenado en California, que se ha convertido en una de las estrellas más carismáticas del boxeo. "Sentí que le hice daño con la izquierda, y el gancho fue cuando se hizo mucho daño", comentó después Golovkin. "Sabía que le tenía (…) Me alegré cuando se adelantó. Peleó al estilo mexicano, y trató de hacerme daño, pero mi fuerza fue demasiado para él esta noche".
Golovkin ganó el cinturón interino WBC de Rubio, que implica que el ganador del combate entre el campeón de WBC Miguel Cotto con el mexicano Canelo Álvarez debe pelear con Golovkin o renunciar al título. Golovkin tiene problemas para atraer a los púgiles más destacados de la categoría de 160 libras, por lo que confía en arrasar en la división ganando todos los títulos.
"Peleará con cualquiera, a quien logre poner en el ring", dijo su promotor, Tom Loeffler. Rubio se quejó brevemente de que el puñetazo de nocaut era ilegal, aunque las repeticiones por televisión lo desmentían de forma clara. "Gennady es un gran campeón", dijo el mexicano. "Me pegó fuerte, pero no es lo más fuerte que me han pegado. Vine a pelear, a ofrecer un buen espectáculo. Me levanté, pero el árbitro decidió parar".
Los 9.323 asistentes del StubHub Center, probablemente la mayor asistencia a un combate de boxeo en el estadio al aire libre, coreó "¡Triple G!" y se puso en pie ante el golpe final. Rubio marcó casi dos libras de peso arriba para el combate, lo que le costó la oportunidad de pelear por ambos títulos. Entró en el ring pesando 181 libras, pero Golovkin le tumbó con el mismo estilo incansable que ha superado a todos los rivales de peso mediano hasta la fecha.
Por GREG BEACHAM | Associated Press