RIO DE JANEIRO.- Un fiscal de Río de Janeiro dijo que la decisión de sembrar césped en el campo de golf de los Juegos Olímpicos de 2016 cuando continúan las disputas legales en torno al mismo podría ser un error costoso. La fiscalía está enfrascada en una disputa con el gobierno de la ciudad y el constructor del campo de golf.
El conflicto se relaciona con una demanda que alega que se violaron leyes ambientales al construir el campo, considerado una de las obras principales en la ciudad para los Juegos Olímpicos. Marcus Leal dijo el miércoles a The Associated Press que las partes están en un período de negociación de 30 días para resolver sus diferencias. Sin embargo, advirtió que si no hay un acuerdo, un juez se pronunciaría sobre el asunto.
Si el juez termina concediendo la razón a la fiscalía, ello implicaría que tendría que retirarse el césped que se siembra actualmente, advirtió Leal. "El resultado final podría ser una colosal pérdida financiera" para la constructora, indicó el fiscal. "En caso de que nuestras demandas se aprueben, evidentemente exigiremos la restauración del medio ambiente. ¿Qué significa eso? Más inversiones para el constructor a fin de retirar la vegetación no nativa, el pasto. Si ellos gastaron ya una fortuna para colocar el césped, tendrían que desembolsar otra para retirarlo".
Leal confió en que no se llegue a ese extremo. Consideró todavía posible un acuerdo, pero dijo que éste depende del ayuntamiento y del constructor, Fiori Emprendimentos. El golf regresará a los Juegos Olímpicos después de 112 años de ausencia, pero los retrasos en la construcción del campo, que se remontan a un lustro, lo mismo que el caso legal, amenazan con estropear su retorno.
Buena parte de la controversia se deriva del hecho de que el campo de golf se construye en una zona considerada reserva natural, entre algunos de los terrenos más caros de un suburbio de Río conocido como Barra da Tijuca.
"Al abrir cualquier diálogo, sabemos que la posibilidad de un acuerdo depende de acercarnos a un punto u otro", dijo Leal. "Nuestro problema es encontrar ese punto. Estamos al límite de lo que consideramos nuestro margen de maniobra en este asunto. Pienso que un acuerdo, que considero posible, dependerá bastante de los esfuerzos de la ciudad y de Fiori".
Leal y sus colaboradores han pedido que el constructor modifique la ubicación del campo, a fin de permitir que se conserve un corredor de unos 400 metros, el cual vincularía los dos extremos de la reserva natural.
La ciudad y los constructores consideran imposibles esos cambios y han propuesto la alternativa de modificar la localización de tres hoyos, así como de reemplazar la vegetación nativa en otras zonas limítrofes del campo. Leal dijo que ambas partes realizaban estudios técnicos para determinar si esa propuesta bastaría para preservar la fauna endémica del área.
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