Novak Djokovic castigó a placer y sin tregua al Tomas Berdych, sexto del mundo, por 6-0 y 6-2, en la final del torneo de Pekín, donde el checo recibió una de las mayores palizas de su carrera, y donde el serbio se apuntó su quinto título en la capital china. En sus 17 enfrentamientos anteriores, quince de ellos perdidos, Berdych no había recibido semejante correctivo.
En 2009 en Miami cayó por 6-3 y 6-2, y en el Masters de Londres de 2010, por 6-3 y 6-3, como mayores afrentas hasta la de hoy.
En tan solo minutos 66 minutos y con una colosal demostración de fuerza, y tan solo unos minutos de debilidad en el repunte final, Djokovic infligió un durísimo correctivo a Berdych para ganar de nuevo en Pekín, donde nadie ha osado batirle en todas sus participaciones (2009, 2010, 2012 y 2013). Djokovic desperdició una bola de partido con su saque para marcar lo que hubiera sido el humillante 6-0 y 6-0, y de paso hubiera marcado un hecho histórico, pues ninguna final de ATP ha acabado con este resultado.
Berdych, que no había tenido ni una sola oportunidad de rotura, aprovechó esa pequeña relajación del número uno para quebrarle y levantar por fin los brazos, y respirar algo más después porque también logró luego confirmar por primera vez su saque. Djokovic, que nunca ha ganado por 6-0 y 6-0 en sus partidos anteriores en Pekín, marcó no obstante su 24 victoria consecutiva en la capital china. Ahora, los dos jugadores ponen rumbo a Shanghai, el penúltimo Masters 1000 de la temporada, donde Djokovic se ha coronado ganador en las dos últimas temporadas.
El serbio, exento en primera ronda, se enfrentará con el ganador del encuentro entre el checo Lukas Rosol y el austríaco Dominique Thiem. Berdych también está exento en la primera ronda y comenzará contra el ganador del encuentro entre los franceses Jeremy Chardy y Richard Gasquet, con el croata Marin Cilic, campeón del Abierto de EE. UU. a la espera.
EFE.
