TIRANA, 15 de octubre.- Miles de albaneses, la mayoría de ellos jóvenes, celebraron hasta el amanecer en las calles de Tirana y de otras ciudades del país lo que hubiera sido un triunfo contra Serbia, de no haber sido suspendido el partido ante las incidencias ocurridas.
Muchos ciudadanos acudieron por la noche al aeropuerto "Madre Teresa" de Tirana para recibir a sus jugadores como héroes nacionales. El juego quedó interrumpido en el minuto 41 por el árbitro inglés Martin Atkinson después de un intento de invasión del campo por parte de los aficionados serbios, tras la irrupción de un dron con una bandera de la Gran Albania.
"No nos importa si nos clasificamos o no. Nos basta vencer a Serbia", dijo Astrit Kushi, un aficionado albanés, vestido de rojinegro, los colores de la bandera nacional. "Serbia-Albania, la batalla por la bandera. Los símbolos albaneses bajan del cielo y enloquecen a los aficionados", publica este miércoles en su portada el diario "Shqip" y lo ilustra con la foto del mapa rojo de la Gran Albania.
"Belgrado 'rojinegro'. Bandera en el cielo, violencia en el estadio", es el título de "Gazeta Shqiptare". "Serbia, que prohibió la presencia de los aficionados albaneses en el estadio, fue incapaz de controlar a sus ultras que entraron en el campo y ejercieron violencia contra los jugadores albaneses", añade.
Cuatro futbolistas albaneses, Xhaka, Balaj, Cana y Lila resultaron heridos, según fuentes de la Federación Albanesa de Futbol. "La cancha era como un campo de batalla. La tensión empezó desde los primeros minutos del juego cuando los aficionados comenzaron a tirar objetos pesados y petardos al campo. Luego apareció la bandera y explotó la violencia de los ultras que entraron en la cancha", declaró el portero Etrit Berisha a la prensa albanesa.
Por su parte, el entrenador italiano de la selección rojinegra Gianni de Biasi calificó la situación de "dramática" y la más "fea" que haya visto en su vida de exjugador y entrenador.
En un tweet, el primer ministro, Edi Rama, escribió que se siente "orgulloso" de los rojinegros, mientras consideró el partido una "manifestación fea" de los vecinos. Para el ministro de Exteriores, Ditmir Bushati, el acontecimiento ha sido "defraudador", ya que el "futbol no puede ser tomado como rehén del extremismo".
En esta situación tensa y hostil está previsto que Rama viaje a Belgrado, en lo que constituye la primera visita de un primer ministro en 68 años. Algunos analistas se preguntaban hoy si, tras los acontecimientos de anoche, Rama mantendrá este plan.
EFE