Rápido, oportunista e incisivo, el menudo delantero inglés Michael Owen solía aterrorizar a los defensas. Sin embargo, hoy el exdelantero del Liverpool, Real Madrid, Manchester United, Newscastle y Stoke City, ya retirado, sigue triunfando sobre el verde. Aunque no sea él quien galope sobre el césped.
Hace siete años Owen creó su propio establo para criar caballos purasangre de carreras -Manor House Stables-y el domingo fue testigo de su primer gran éxito. Uno de sus equinos, bautizado como Brown Panther -pantera marrón- se llevó la victoria sobre el hipódromo en el Irish St Leger en el Curragh.
"Como todos saben, es la niña de mis ojos y fue bastante espectacular en la carrera", dijo Owen, que apenas pudo contener las lágrimas después de la brillante vitoria del jinete Richard Kingscote a lomos de un caballo criado por el exdelantero. "Richard es una superestrella", sintetizó el Balón de Oro 2001.
Owen, en su nueva etapa vital como criador de caballos, demostró ser la estrella de las carreras irlandesas el fin de semana. Brown Panther ahora probablementecompetirá en el Long Distance Cup del British Champions Day el próximo mes en Ascot, templo de la hípica británica y mundial donde las pamelas son algo más que moda.
En una entrevista con CNN a principios de este año, Owen, que cuida en sus establos a dos caballos de Wayne Rooney, admitió que prefería marcar goles en sus tiempos de futbolista que ganar carreras con sus caballos. "Con el fútbol siempre te sientes en control. En el terreno de juego, siempre puedes hacer algo para que haya un resultado. Tu destino está en tus manos en muchos sentidos", aseguraba. Lo que no es óbice, desde luego, para que haya demostrado un olfato excelente para la crianza de campeones con crin.
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