El deportista marroquí Hassam Baraka busca culminar la aventura de unir a nado los cinco continentes como medio para trasladar un mensaje de paz y respeto por el medio ambiente. A sus 27 años, este joven nacido en Tetuán pero que creció en España, está a punto de hacer la travesía entre Egipto y Arabia Saudí, con lo que completará la unión de Europa, África, Asia, América y Oceanía a través de la natación.
En una entrevista con Efe, Baraka hace una reflexión sobre su origen marroquí y sus creencias musulmanas: "quiero demostrar que los musulmanes no solo causamos conflictos, que el islam es una religión de paz".
El proyecto empezó en 2013, cuando nadó los más de 16 kilómetros que separan a Europa y África a través del Estrecho de Gibraltar, partiendo de España y llegando a Marruecos. La iniciativa se hizo más compleja y en julio pasado atravesó el Estrecho del Bósforo en Turquía, con lo que unió Europa y Asía; en agosto cruzó las aguas entre las islas de Little Diomede en Alaska y la de Big Diomede en Rusia, con una temperatura de seis grados, y así unió América y Asia.
El cuarto recorrido fue en este mes de septiembre, entre Nueva Guinea e Indonesia, uno de los más difíciles porque el conflicto en la zona hizo que tuviera que aplazar la fecha y llevar escolta, pero también por los problemas físicos que tuvo al unir África y Oceanía.
"Fueron alrededor de 3 horas de nado y en la zona hay un tipo de medusa muy pequeño que me picó y me produjo un calambre en el brazo", explicó.
El tramo que tiene pendiente es el más largo de todos, pues planea nadar entre 20 y 25 kilómetros a través del Mar Rojo, entre África y Asia, lo cual calcula que le llevará entre seis y siete horas.
El deporte es su principal pasión, pero los temas administrativos y políticos no fueron ajenos a su proyecto, pues tuvo que solicitar permisos, visados y en el caso de Rusia no pudo tocar tierra por tratarse de una isla militar donde no fue autorizado a entrar.
Por eso, dice que su principal aprendizaje ha sido que "estamos más cerca de lo que pensamos porque es posible cruzar los cinco continentes sin ningún medio de locomoción, solo con el cuerpo".
Otro de sus objetivos es la protección del medio ambiente por eso al final del cruce de cada tramo hace una jornada ecológica con los niños y jóvenes del lugar, durante la que limpian la playa y hablan sobre la importancia del cuidado del océano.
"Ellos son la futura generación, por eso es importante informarlos y crear conciencia ambiental", destaca. Para llevar a cabo su proyecto Baraka cuenta con el patrocinio de varias empresas y el respaldo personal de la princesa Lalla Hasna, hermana del rey Mohamed VI.
Baraka ha practicado rugby, judo y triatlón, y dentro de esta última disciplina eligió la natación, que entrena cada día con recorridos de entre 8 y 10 kilómetros. Estudió administración y dirección de empresas en la Universidad Complutense de Madrid y un máster en gestión de instituciones y actividades deportivas en la Escuela Superior de Comercio de Toulouse (Francia).
EFE