En el día previo al partido tanto José Pekerman como Dunga se cansaron de repetir a los medios de comunicación que el amistoso no era una revancha del pasado Mundial 2014. Incluso el director técnico argentino manifestó que no le gustaba esa conotación negativa de la lesión de Camilo Zúñiga a Neymar, y que este partido era el comienzo de un nuevo ciclo. Y en ese sentido, el juego disputado en el estadio Sun Life Stadium de Miami, tuvo un buen comienzo con el abrazo entre Neymar y Zúñiga.
Sin embargo, tras disputarse unos minutos, y quizás motivados por la pasión de sus fanáticos que colmaron el estadio, las dos selecciones empezaron a practicar un juego intenso incluso duro y no se regalaron nada en la cancha. El partido era importante para las dos selecciones por varios motivos y por eso no fue un simple amistoso.
El encuentro era el primer enfrentamiento entre las dos selecciones después de la última Copa del Mundo en el que Brasil derrotó 2-1 a Colombia y la eliminó en los cuartos de final. Para Colombia marcaba el regreso de Radamel Falcao García, quien se perdió el pasado Mundial por una lesión. Para Brasil el juego significaba el regreso de Dunga seleccionador de Brasil en su segunda etapa y Neymar estrenó capitanía a sus 22 años ante la ausencia de Thiago Silva. Colombia no pudo imponer su estilo de juego ofensivo sobre una selección brasileña que nuevamente mostró poco fútbol y mucho músculo.
El partido fue muy disputado pero poco vistoso para los miles de fanáticos que acudieron al Sun Life Stadium de Miami y que al final terminó nuevamente a favor de Brasil que ganó por 1-0. La primera parte fue muy igualada y los dos equipos gozaron de algunas jugadas de peligro. Brasil pudo abrir el marcador en el minuto 32 con un contragolpe de Oscar. Por su parte Colombia tuvo dos claras ocasiones en el minuto 37 con un potente disparo de Camilo Zúñiga y en el 40 cuando Juan Guillermo Cuadrado superó a dos brasileños y obligó al portero Jefferson a desviar el balón al tiro de esquina.
En la segunda parte, Brasil buscó nuevamente el control del partido y Colombia se replegó con la idea de lanzar rápidos contragolpes. Sin embargo, Juan Guillermo Cuadrado fue expulsado por doble amarilla en el minuto 48 y esa acción condicionó el partido. Con un jugador menos, Colombia se replegó aún más. Los cafeteros mantuvieron el cuerpo y Brasil no supo crear grandes ocasiones de gol y sólo sobre el final de partido, en el minuto 83, una genialidad de Neymar permitió que la selección entrenada por Dunga se adelantara en el marcador.
La estrella del FC Barcelona realizó un increíble tiro libre que pasó por encima de la barrera y se coló en la esquina derecha. Radamel Falcao, quien entró en el minuto 77, gozó de una clara oportunidad de gol sobre el final pero no pudo concretarla en gol. Al final Brasil se llevó la victoria en un partido que se ha convertido en una nueva y intensa rivalidad sudamericana.
Para Pekerman sus jugadores no estuvieron a la altura de lo que venían jugando y subrayó que la expulsión de Cuadrado condicionó el partido. "Nos vamos con sabor agridulce, en un partido que hubiéramos querido jugar mejor. La expulsión de Cuadrado afectó mucho al partido y a Colombia, pero Igualmente Brasil ganó bien", manifestó el seleccionador cafetero en conferencia de prensa tras el partido. Para Dunga el resultado no fue una sorpresa sino una confirmación.
"Todos los convocados jugaron, respondieron y demostraron que en Brasil hay talento para tener un gran equipo en el Mundial 2018". Lo mejor de la noche fue el ambiente que se vivió en el estadio y los más de 73 mil espectadores que llenaron y que no dejaron a animar a sus selecciones.
Por Andoni Biurrarena Yahoo
