Los Ravens de Baltimore dieron por finalizado el contrato con su corredor Ray Rice, según un anuncio de este lunes, el mismo día en que fue revelado un impactante video en el que la estrella de la NFL aparece golpeando a su entonces prometida, en febrero.
El comunicado de prensa del equipo de la NFL fue conciso. "Los Ravens de Baltimore resolvieron terminar el contrato del RB Ray Rice esta tarde", decía. Rice había sido suspendido por la liga para los dos primeros partidos de la temporada, un movimiento polémico que llevó a las críticas generalizadas y para la liga reevaluar el castigo para casos de violencia doméstica.
Las imágenes muestran a Rice dando puñetazos a su entonces novia y hoy esposa, Janay Palmer, dentro de un ascensor en un hotel en Atlantic City, Nueva Jersey, en febrero.
El portal TMZ Deportes publicó el video este lunes en el que aparece Rice y Palmer entrando en un ascensor. En el interior, Rice golpea Palmer. Palmer se lanza después contra Rice, y luego el jugador golpea su espalda y ella cae al suelo. Anteriormente, TMZ Deportes habían publicado un video de vigilancia del hotel en el que Rice aparece arrastrando a Palmer inconsciente en el ascensor.
Unos meses después del incidente, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, suspendió a Rice sin goce de sueldo para los dos primeros partidos de la temporada regular y lo multó con una juego por "conducta perjudicial para la NFL".
Sin embargo, nadie en las oficinas de la NFL, incluyendo Goodell, había visto las imágenes recién publicadas del incidente hasta este lunes, dijo la liga a CNN. "Pedimos a la policía toda la información sobre el incidente, incluyendo el video desde el interior del ascensor", dijo el vicepresidente de comunicaciones Greg Aiello, de la NFL. "Ese video no estaba disponible para nosotros y nadie en nuestra oficina lo ha visto hasta hoy".
La NFL dijo previamente que Rice entró en un programa de intervención preventiva en mayo. Bajo el programa, no va a ser procesado, y los cargos serán borrados después de un año. En una conferencia de prensa en julio, Rice dijo que sus acciones eran "inexcusables" y que él y su esposa están en el curso. "Estamos tomando las medidas necesarias para seguir adelante", dijo.
"Mi trabajo es encabezar a mi familia. Mi trabajo es llevar a mi esposa. Mi trabajo es ser líder en todo lo que hago. Y si no estoy siendo el ejemplo, entonces mi familia se desmorona".
Goodell ya ha sido criticado por la suspensión a Rice de sólo dos partidos, meses después de que apareció el primer video. Muchos consideraron que la suspensión era insuficiente, y en agosto, el propio comisario estuvo de acuerdo.
Greg Aiello ✔ @gregaiello Follow Roger Goodell has announced that based on new video evidence that became available today he has indefinitely suspended Ray Rice. 2:41 PM – 8 Sep 2014
En una carta a todos los dueños de equipos de la NFL, dijo que la liga había estado a la altura de sus objetivos en su manejo del caso de Rice. "Permitimos que nuestros estándares cayeran por debajo de donde deberían estar y perdimos una oportunidad importante de destacar nuestra fuerte posición en un tema crítico y los programas eficaces que tenemos en su lugar", dijo. "No lo hice bien. En pocas palabras, tenemos que hacerlo mejor. Y lo haremos", agregó.
Algunos fanáticos de la NFL han cuestionado por qué el entrenador en jefe de los Ravens, John Harbaugh, llamó a Rice como "una diablura de chico" y por qué los Ravens dijeron en Twitter que "Janay Rice dice que lamenta profundamente el papel que ella jugó la noche del incidente".
También han cuestionado por qué el receptor de los Browns de Cleveland, Josh Gordon, fue suspendido por un año tras dar positivo por marihuana cuando Rice fue suspendido por dos partidos.
En su carta al equipo propietarios, Goodell dijo que la liga instituirá una suspensión no remunerada de seis partidos para el personal que viole la política de conducta personal de la liga cuando se refiere a la violencia doméstica. Un segundo incidente de violencia doméstica sería castigado con una suspensión de por vida de la liga.
Por Jill Martin and Steve Almasy, CNN
