Observar -y disfrutar- a los actuales All Blacks dirigidos desde afuera por Steve Hansen y desde adentro por Richie McCaw, con cracks de otro planeta como Ben Smith, Kieran Read, Sam Whitelock, Julian Savea, Aaron Cruden, Daniel Carter o el propio capitán neocelandés entre tantos otros, es ver cómo se escribe la historia. Y no sólo del rugby, sino del deporte mismo.
Estos propios All Blacks que el sábado les dieron una lección a Los Pumas al superarlos por la tercera fecha del Rugby Championship conforman el mejor equipo de la historia. Porque tienen todo. Porque son completos. Porque son la síntesis perfecta de lo que debe ser… la perfección.
Ya eran los mejores hasta el Mundial que ganaron en 2011 y lo son aún más desde que Hansen tomó la posta de Graham Henry el 15 de diciembre de ese año. ¿Qué les aportó el ex entrenador de Canterbury y Gales? En lo táctico, sólo el uso perfecto del kick como elemento ofensivo frente a las defensas cada vez más cerradas del rugby actual. El resto lo hicieron los jugadores.
“Ellos están en los detalles y son muy exigentes en ese aspecto”, señala Ramiro Herrera, uno de los mejores argentinos en la derrota de Napier, quien agrega: “Además no frenan desde el minuto 0 hasta el 80. Siempre hacen bien las cosas y ahí marcan la diferencia”. Lucas González Amorosino, que también los padeció el sábado, entrega otro dato y cuenta que “en las pelotas recuperadas son los mejores”.
Por último, Marcos Ayerza confiesa: “Graham Henry nos contaba que cuando eligen a un All Black no sólo lo hacen porque tiene las mejores destrezas, sino porque es el que toma las mejores decisiones en un partido. Esas decisiones te diferencian a un jugador muy bueno de uno de elite y a un equipo muy bueno del mejor del mundo”.
La historia avala a Nueva Zelanda, que ganó más del 75% de los test matches que jugó en su historia (el porcentaje supera el 80 en la era profesional) con 405 triunfos en 533 partidos, que siempre se mantuvo entre los tres primeros equipos del mundo, que tiene un record positivo contra todos los seleccionados (incluyendo los Lions) y que cuenta con dos Mundiales, dos Rugby Championship, diez Tres Naciones, cuatro Grand Slams en giras europeas y el record de ser el único equipo en terminar invicto un año calendario (2013) en el profesionalismo.
Pero además estos All Blacks versión 2014, que perdieron apenas un partido desde el Mundial 2011 y que llevan una racha invicta de 20 encuentros con apenas un empate frente a Australia, están al frente de una lista tremenda de equipos que marcaron al rugby.
All Blacks de 1995 y 1996.
Liderados por Sean Fitzpatrick, fue el mejor por lejos del Mundial de 1995 aunque no haya salido campeón (muchos creen que fue el mejor equipo de todos los tiempos hasta que aparecieron estos All Blacks) y mantuvo su nivel en 1996 cuando venció a Sudáfrica en una serie enorme.
Su gran deuda fue no haberle ganado aquella final del mundo a los Springboks; en ese plantel brillaban también Lomu, Brooke y Jones, por ejemplo.
Gales de los 70.
El conjunto de Gareth Edwards marcó una época y se adjudicó tres Grand Slams (1971, 1976 y 1978), cinco Triple Coronas (1971 y 1976-1979), logró ocho victorias al hilo entre 1970 y 1972 y tuvo sólo una derrota en 14 tests entre 1976 y 1978. Era una delicia ver en acción tanto talento junto en una cancha.
Inglaterra de 2002 y 2003.
Ganó el Mundial de 2003, llegó a dominar ambos hemisferios con autoridad y logró el Grand Slam en el Seis Naciones 2003 con una recordada victoria sobre Irlanda. Lo entrenaba Clive Woorward.
Springboks de 1997 y 1998.
El capitán era Gary Teichmann y alcanzó el record de 17 triunfos consecutivos en test matches, rompiendo una marca de Nueva Zelanda en la década del 60. Ganó además el Tres Naciones de 1998.
Inglaterra de 1988 a 1995.
Logró tres Grand Slams bajo la capitanía de Will Carling y en 1991 llegó a la final del Mundial.
All Blacks de 1987 a 1990.
Fue el primer campeón mundial. Además acumuló 23 partidos sin perder de la mano de Brian Lochore.
Wallabies de 1999 a 2001.
Pocas veces se vio a un segunda línea patear tan bien a los palos en el orden intrenacional. Ese era John Eales, un líder además de un pack de forwards con el que obtuvo el título del mundo en 1999. Logró además el Tres Naciones en 2000 y repitió en 2001, año en el que terminó ganador en la gira de los Lions.
Francia de 1994.
Jean Luc Sadourny, el full back, apoyó el try en el último minuto que le dio la victoria agónica en el Eden Park de Auckland (23-20) para llevarse la serie en lo que fue la última derrota de los All Blacks en ese mítico escenario. Terminó luego tercero en el Mundial de 1995, ganó dos Grand Slams (1997 y 1998) y fue finalista en el Mundial de 1999.
Los Pumas de 2007.
Seguramente no podrían estar entre los diez mejores equipos de la historia pero esa Argentina se instaló en el mundo de la mano de Agustín Pichot. El esfuerzo del Mundial se vio coronado con el bronce tras superar dos veces a Francia. Fuera del alcance de todos ellos, los All Blacks modelo 2014 marcan el ritmo de los tiempos y nada los detiene. Nadie se les compara; ni siquiera los mejores. Ellos lo ratifican cada vez que juegan.
Por Mariano Ryan / Clarin
