El Atlético de Madrid volvió a salir del Bernabéu con otra victoria, algo que va camino de convertirse en costumbre. Un triunfo que sabe a gloria por lograrlo en casa del Real Madrid y sobre todo, porque los blancos con esa sensación de impotencia de no saber ganar al Atleti de Simeone.
Los de Ancelotti quedan tocadísimos tras este KO y ya están a seis puntos del Barça en sólo tres jornadas de Liga, con todo lo que eso significa para el club blanco al que la palabra crisis va rondando por el Bernabéu.
La debacle blanco comenzó en el minuto 10. Saque de esquina sacado por Koke y Tiago remata en el primer palo ante la cantada de Casillas y Benzema. El primero porque el gol fue por su poste y el segundo, por no seguir a Tiago qué marcó el 0-1. Un gol que desquició por completo al madridismo que comenzó a pitar a Casillas y que estaba viendo las cosas muy negras.
El Real Madrid no estaba haciendo absolutamente nada ante un Atleti muy bien posicionado y que de nuevo sacó petróleo de la estrategia. Los rojiblancos estaban muy cómodos, controlando el partido, pero apareció Cristiano para revolucionarlo todo y darle a los blancos la velocidad y el fútbol directo que no tenían.
El portugués se olvidó de la banda izquierda para jugar en el centro y en la derecha donde se convirtió en la pesadilla de Siquiera. Cristiano contagió a sus compañeros, especialmente a Bale y James, muy activo en defensa. El primer aviso blanco llegó en el minuto 23 con una falta lanzada por Bale que paró Moyà. El segundo ya fue el gol.
Penalti de Siquiera a Cristiano que él mismo transformó para poner el 1-1 en el minuto 25. A partir de ahí, el partido era del Real Madrid que avasalló a un Atleti que había perdido la posición y con eso, su confianza. Ahí apareció Moyà para evitar en dos ocasiones el gol de Benzema que también fue pitado por haber errado un control cuando estaba solo ante el meta del Atleti. Con ese 1-1 se llegó al descanso que le vino de perlas a los rojiblancos que lo estaban pasando mal.
La segunda parte arrancó con el Atleti más calmado y de nuevo bien posicionado en el campo evitando sobre todo que el Madrid pudiera jugar con la rapidez con la que le había destrozado en la primera mitad. Los minutos iban pasando siempre a favor del equipo rojiblanco que no renunció ni mucho menos a la victoria y de hecho, reclamó un penalti sobre Raúl que Mateu Lahoz no concedió.
Mientras Ancelotti se jugaba la carta de Chicharito, Simeone ordenó que entraran Turan y Griezmann esperando con su calidad y velocidad, aprovechar los huecos que dejaba el Madrid por sus ansias de marcar. Y le salió de perlas porque fue Arda Turan el que puso el 1-2 en el minuto 76 al culminar una gran jugada del Atleti.
A partir de ahí, todo fueron prisas para un Real Madrid en caída libre ante un Atleti que tuvo el 1-3 en las botas de Griezmann. Un triunfo rojiblanco que le sabe a gloria por los tres puntos y por hundir al Madrid.
Por Manel Bruña / MundoDeportivo.com
