El futbolista uruguayo Luis Suárez tendrá que cumplir la suspensión de cuatro meses impuesta por la FIFA, pero podrá entrenarse con el Barcelona, su nuevo equipo, dictaminó el jueves en Lausana (Suiza) el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).
Para los jueces de Lausana, la suspensión impuesta por la FIFA tras el mordisco del uruguayo al italiano Giorgio Chiellini en un partido de la fase de grupos del Mundial de Brasil fue "proporcionada ante las faltas cometidas" pero la prohibición de entrenar y la exclusión de "toda actividad anexa al fútbol" es una medida excesiva.
El Barcelona comunicó ya que el jugador se incorporará el viernes a los entrenamientos del equipo y que su presentación pública será el lunes en el Camp Nou, coincidiendo con la disputa del Trofeo amistoso Joan Gamper. La FIFA, por su parte, señaló que "ha tomado nota" del fallo del TAS y estimó que "la mayor parte de las sanciones originales" se habían visto reafirmadas.
El caso llegó al TAS el 24 de julio. Luis Suárez, el Barcelona y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) apelaron contra la decisión de la FIFA que ordenaba una prohibición de actividades relacionadas con el fútbol durante cuatro meses al futbolista. Las tres partes pidieron al TAS la reducción en tiempo de la sanción. El caso se trató de forma urgente por el tribunal y la audiencia se celebró el pasado 8 de agosto.
El jugador se presentó y declaró ante los tres jueces del tribunal, los suizos Bernhard Welten y Marco Balmelli y el italiano Luigi Fumagalli. Este jueves, los árbitros del TAS han estimado que la prohibición de acceder a los estadios y la prohibición de ejercer "toda actividad relativa al fútbol" es excesiva porque tales medidas no son "apropiadas para sancionar la falta cometida por el jugador" y "tendrían un impacto sobre su actividad una vez termine la suspensión".
Por ello, han levantado las sanciones contra su asistencia a los estadios y de realizar actividades relacionadas con el fútbol pero mantiene la suspensión. – Suspensión hasta octubre – El primer partido de suspensión con su selección lo cumplió durante el duelo entre Colombia y Uruguay el pasado 28 de junio de 2014 perteneciente a los octavos de final del Mundial de Brasil.
La Liga de Fútbol Profesional (LFP) española estimó en un primer momento que el jugador podría debutar el 26 de octubre, aunque el TAS precisó que la suspensión empieza a contar el 25 de junio, con lo que terminará en la medianoche del 24 de octubre. Eso significa que Suárez podrá estar en el Clásico de la 9ª jornada de la Liga, contra el Real Madrid, sin depender de que se juegue el sábado 25 o el domingo 26.
Además de su suspensión, Luis Suárez deberá pagar una multa de 100.000 francos suizos (80.000 euros). Pero si la FIFA fue severa, fue seguro debido al currículo del jugador y su triste reputación de "mordedor en serie".
El internacional uruguayo se perdió 10 partidos por morder a Branislav Ivanovic del Chelsea en 2013 y otros siete por agredir de la misma manera a Otman Bakkal del PSV Eindhoven cuando jugaba en el Ajax de Ámsterdam en 2010. – Medida polémica – "Un comportamiento así no se puede tolerar sobre el terreno de juego, especialmente durante un Mundial, cuado los ojos de millones de personas están puestos sobre las estrellas que están en el campo", se explicó entonces Claudio Sulser, presidente de la Comisión Disciplinaria independiente de la FIFA.
La sanción impuesta desde la FIFA fue calificada de "muy severa" por el propio presidente de la organización, Joseph Blatter. FIFPro, el sindicato internacional de futbolistas, pidió sin tapujos al TAS que interviniera en esta sanción "desproporcionada", sobre todo sobre la prohibición de cuatro meses, "que viola el derecho de (Suárez) de trabajar con su club". Es sobre ese punto sobre el que el TAS ha resuelto en contra de la institución rectora del fútbol mundial.
El delantero uruguayo ya recurrió la condena ante la FIFA junto a la Federación Uruguaya de Fútbol. Pero, como era de esperar, la instancia dirigente del fútbol mundial rechazó el recurso. Ante el TAS, una tercera parte se unió a Suárez y la Federación: el Barcelona, que pagó cerca de 80 millones de euros al Liverpool para su contratación.
AFP
