Hace siete años fumaba 20 cigarros por día y pesaba unos imponentes 104 kilos. El domingo pasado lideró la competición de maratón contra los mejores de la Commonwealth. Finalmente terminó en décimo lugar, pero Steve Way nunca se dejó intimidar por el campeón defensor John Ekiru Kelai de Kenia, ni por otros corredores con impresionantes marcas personales.
Way tomó la oportunidad que le brinda un comienzo tentativo de los favoritos de la carrera para liderar el pelotón. A pesar del esfuerzo, un atisbo de sonrisa se pudo ver en la cara del ahora atleta de 40 años de edad, quien estaba representando a Inglaterra después de una gran actuación en el Maratón de Londres en abril. Way admitió que a medida que los kenianos y el eventual ganador Michael Shelley de Australia lo alcanzaron no pudo mantener el ritmo, pero su historia sigue siendo una inspiración para todos los adictos a la televisión y al sedentarismo.
Cruzó la meta después de 42 kilómetros con 195 metros haciendo su mejor marca personal, con dos horas 15 minutos 16 segundos, y todavía con una sonrisa en su rostro a pesar del duro trabajo en un campo difícil cerca de Glasgow. "El mejor día de mi vida", dijo Way.
"Normalmente me dicen que es el segundo después del día de mi boda". "Mis tres metas -terminar entre los primeros diez, el récord británico de veteranos, y marca personal-, las tuve las tres. No pude haber deseado un mejor día". Way terminó un minuto más rápido que su actuación en Londres, donde fue el tercer británico en cruzar la meta detrás de Mo Farah y Chris Thompson.
Su entrenamiento regular incluye más de 80 kilómetros y ha dejado las visitas a la comida rápida y las ingestas de alcohol en el pasado. Y el maratón no es la especialdiad de Way. Él se prepara para el reto mundial de 100 kilómetros en Doha, Qatar, en noviembre, y con una marca personal de seis horas 19 minutos 19 segundos, tiene una posibilidad real de llevarse el oro.
CNN