La cuenta atrás de Rafael Nadal hacia el Abierto de Estados Unidos está a expensas del resultado de las pruebas médicas a las que se someterá el próximo martes en Barcelona para comprobar el grado de recuperación de su lesión en la muñeca derecha.
El actual número dos del mundo, que no compite desde que fue eliminado en la cuarta ronda de Wimbledon, será examinado por el doctor Ángel Ruiz-Cotorro para ver el estado de la desinserción de la vaina del cubital posterior que sufre en la mano derecha. Rafael Nadal, sin embargo, ha mantenido su preparación en Manacor. Aunque con ciertas precauciones en la muñeca dolorida.
"Voy a intentar entrenar lo mejor posible, lo que pueda entrenar. Después, solo me queda esperar noticias de la semana que viene cuando vuelva a ir a Barcelona", dijo Nadal al canal de televisión balear IB3. "Entonces sabré si la lesión ha mejorado o si tengo que esperar un poco más. Si las pruebas demuestran que ha mejorado, después tendré que probar para ver cuánto me duele al golpear de revés", agregó Rafael Nadal.
El tenista español reconoció: "Cuando tienes una zona inmovilizada durante un tiempo se pierde algo de musculatura y retomar la forma anterior lleva algo de tiempo. Todo estará muy justo pero evidentemente lo intentaré". "Si veo que tengo oportunidades de competir, evidentemente que tendré que forzar. Pero tenemos que tener en cuenta que el tiempo que nos queda es una semana y media. Eso no da mucho margen para forzar, y no podría hacerlo si llegado el día veo que no puedo pegar un revés", explicó Nadal.
Por su parte, Toni Nadal, entrenador de Rafa, confirmó que la intención de su sobrino es llegar al Abierto de Estados Unidos: "Por ello está entrenando duro cada día, con bastante intensidad. Lo que nos hace falta es empezar a pegar bien el revés. Si el martes tenemos buenas noticias, significaría que tendríamos unos días para tocar esa pelota".
EFE