El atleta paralímpico sudafricano Oscar Pistorius conocerá el próximo 11 de septiembre el veredicto de la jueza encargada del proceso por matar a su novia, que terminó hoy con la presentación de las conclusiones finales de la defensa.
La jueza del caso, Thokozile Masipa, anunció la fecha en el Tribunal Superior de Pretoria al término del proceso judicial que ha durado 41 días y ha suscitado una gran atención mediática dentro y fuera de Sudáfrica.
Masipa se tomará algo más de un mes para emitir una sentencia sobre "los treinta segundos de la vida del acusado" que marcarán toda su existencia, como dijo hoy el abogado defensor del velocista, Barry Roux, durante su exposición.
Vehemente y expresivo como cuando interrogaba a los testigos de la acusación, Roux comenzó hoy el resumen de sus argumentos atacando al fiscal, Gerrie Nel, al que acusó de mezclar hechos con suposiciones para construir su versión.
A juicio de Roux, Nel no tiene evidencias suficientes para probar la supuesta discusión ocurrida en la madrugada de San Valentín del año pasado antes de que Pistorius matara a tiros a su novia, la modelo Reeva Steenkamp.
El letrado también negó que haya pruebas para demostrar que el atleta tuviera intención de matar a su pareja, como mantiene el fiscal. Para ello, Roux descalificó los testimonios de los vecinos que aseguraron haber escuchado gritos de mujer la noche de autos, en la que Pistorius -según ha confesado- mató a tiros a Steenkamp a través de la puerta del baño de su casa en Pretoria.
Los testigos son dos matrimonios y el abogado observó "una serie de coincidencias" que hacen pensar que coordinaron sus declaraciones para ayudar al fiscal.
Antes de entrar en su versión de los hechos, Roux fue más lejos y acusó a Nel de intentar aprovecharse del Pistorius traumatizado por los hechos, con un interrogatorio muy agresivo que llevó al acusado a contradecirse y dejar de contestar algunas preguntas.
Roux insistió en que no hay ningún elemento que permita probar que Pistorius -que alega en su defensa que disparó por accidente y presa del pánico, al confundir a su novia con un intruso- supiera que era Steenkamp quien se encontraba en el retrete y aseguró que pensaba "sinceramente" que su pareja se encontraba en la cama.
El abogado de Pistorius quiso eximir también a su cliente, que se ha declarado no culpable, de la responsabilidad de querer matar al hipotético intruso. Así, Roux declaró que todas las circunstancias que rodean al crimen "son inconsistentes con una intención de matar" por parte del acusado, quien actuó siguiendo "un instinto primario", aterrorizado ante el pensamiento de que había un intruso en la casa.
El letrado se refirió también a los otros tres cargos que afronta el atleta en este juicio, uno por posesión ilegal de munición y el resto por disparar armas de fuego en lugares públicos. Roux dijo que el testigo clave utilizado por Nel para probar esos cargos mintió ante el tribunal y recriminó al fiscal haberlos usado para lograr la condena de Pistorius por el asesinato de Steenkamp, que en el momento de morir tenía 29 años.
Tras finalizar Roux su intervención, Nel tomó la palabra para afirmar, como ya hizo ayer, que la defensa del velocista se invalida por sí misma. "El acusado quiso matar a un ser humano. Sabía que había un ser humano en ese cuarto de baño", concluyó Nel.
Al final de la sesión de hoy, un Pistorius sonriente y con expresión de alivio abrazó a sus familiares. El atleta, de 27 años, se ha mostrado muy entero en la última fase del juicio, después de desmoronarse y vomitar en repetidas ocasiones en los compases iniciales y de llorar con la cabeza hundida entre las manos desde el estrado.
Fuera de la competición y abandonado por sus patrocinadores, Pistorius se ha visto obligado a vender la casa donde mató a Steenkamp -su propiedad más valiosa, tasada en más de 300.000 euros- para sufragar los elevados honorarios de su equipo de abogados.
Su fortaleza anímica volverá a ponerse a prueba el 11 de septiembre, cuando la mujer menuda y discreta que le juzga revele su decisión en el Tribunal Superior de Pretoria, en medio de una expectación mundial.
EFE