Los dirigentes de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) y de la Confederación Brasileña de Voleibol (CBV) solicitaron hoy la devolución de las copas que fueron entregadas a los campeones de los mundiales masculino y femenino de este año y que fueron robadas el viernes en Río de Janeiro.
Los responsables por ambas entidades alegaron que los ladrones no obtendrán ningún beneficio debido a que los trofeos, fabricados en metales de bajo valor, que carecen de valor comercial, y solicitaron su devolución.
"Esas copas no tienen ningún valor económico. Tan sólo tienen valor artístico y el valor sentimental de quien va a recibirlo", afirmó en declaraciones a la prensa el presidente de la Federación Internacional, el brasileño Ary Graça.
El dirigente agregó que la entidad ya tomó todas las providencias necesarias para intentar recuperar las esculturas y hasta entró en contacto con el artista que las produjo para encomendar nuevos trofeos en caso de que sea necesario.
"Al contrario de la copa del Mundial de fútbol, que tiene valor por ser de oro macizo, las copas de los mundiales de voleibol no poseen valor de mercado. Nadie va a ganar nada con su venta. Su devolución sería una demostración de amor al voleibol brasileño", dijo por su parte el superintendente de la CBV, Neuri Barbieri.
Las dos copas, que serían entregadas en septiembre próximo al campeón del Mundial masculino en Polonia y del Mundial femenino en Italia, estaban en el camión de una transportadora que fue robado el viernes cuando estacionó en un centro comercial de Río de Janeiro.
Los trofeos serían expuestos en Río de Janeiro en desarrollo de una gira mundial y desde Brasil serían enviados a Suiza, en donde está la sede de la Confederación Internacional.
La transportadora contratada había recogido las copas en Sao Paulo, en donde fueron expuestas durante una etapa del Grand Prix femenino, y las entregaría en la sede de la Confederación Brasileña de Voleibol en Río de Janeiro, pero el camión fue robado cuando se detuvo en un centro comercial para entregar otra encomienda.
El caso recuerda la Copa Jules Rimet, que Brasil obtuvo de forma permanente por haber sido el primer tricampeón mundial de fútbol y que fue robada en diciembre de 1983 de la sede de la Confederación Brasileña de Fútbol, en donde era exhibida. Los ladrones la derritieron para vender el oro con que estaba confeccionada.
EFE
