Si algo tienen los grandes campeones es que suelen renacer de sus cenizas cuantas veces sea necesario. Y eso es lo que hizo este viernes Michael Phelps en el Campeonato de Estados Unidos de natación al firmar el mejor tiempo del año en las series de los 100 metros mariposas.
El estadounidense, que cayó estrepitósamente el miércoles en las series de los 100 metros estilo libre, recuperó el orgullo herido parando el crono en los 51.17 segundos, 74 milésimas más rápido que Ryan Lochte, su gran rival en la piscina. Michael Phelps, que participa en su quinto campeonato tras 20 meses alejado de las piscinas, se probará este sábado en los 100 metros espalda y el domingo en estilos.
Su objetivo, queda claro, que es volver a quedar eliminado a las primeras de cambio. Quiere demostrar que, pese a su larga ausencia, sigue siendo el mejor nadador no solo de la historia. También del momento.
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