SAN FRANCISCO — San Francisco le dijo adiós al Candlestick Park ayer jueves por la noche; el estadio donde los amados Giants y 49ers de la ciudad celebraron sus grandes triunfos deportivos.
El histórico recinto perfiló su cierre al final de un concierto de Paul McCartney, el cual terminó alrededor de la media noche. Después será demolido para construir un desarrollo habitacional y de entretenimiento. El Stick, como se le decía, abrió hace más de 50 años y fue la casa de los 49ers y los Giants. Albergó grandes atletas para ambos equipos, como Joe Montana, Jerry Rice y Willie Mays, y fue la sede de "La Atrapada": el pase de touchdown de Montana a Dwight Clark para ganar la Final de la Conferencia Nacional en enero de 1982 y mandar a los 49ers a su primer Super Bowl.
Los Giants jugaron su último partido en Candlestick en septiembre de 1999. Para la temporada actual de NFL, los 49ers jugarán en un nuevo estadio, situado a 45 millas al sur. Candlestick también fue visitado por el Papa Juan Pablo II en 1987 y vio el último concierto de los Beatles en 1966. "Con quien hables sobre el Candlestick Park, seguramente tendrá emociones encontradas: no es un lugar agradable físicamente.
Hace viento y frío, pero es donde jugaron los Giants y los 49ers por tantos años", declaró Greg Breit, de 50 años, previo al inicio del concierto. "Hay demasiada historia aquí. No lo puedes negar". Los aficionados disfrutaron el último evento del Stick con carnes asadas en el estacionamiento y capturando fotos del estadio antes que cayera la neblina nocturna.
La policía de San Francisco advirtió a los asistentes del concierto que no se llevaran sillas ni recuerdos del estadio, y quien fuera descubierto sería acusado por vandalismo.
AP