BARCELONA, España— Más de un mes después de anunciar su fichaje, el Barcelona presentó el martes oficialmente al delantero uruguayo Luis Suárez, quien se declaró "orgulloso" de vestir la prestigiosa camiseta azulgrana y prometió no volver protagonizar un mordisco en una cancha de fútbol.
"Quiero agradecer la confianza del club, el entrenador y la gente en mí. Jugar en el Barsa es un sueño desde chico", aseguró el futbolista, aparentemente arrepentido de su acción sobre el defensor Giorgio Chielini en el pasado Mundial de Brasil, el 24 de junio, cuando mordió al italiano y recibió un duro castigo por parte de la FIFA: cuatro meses de inhabilitación.
"Quiero olvidar ese partido: a los aficionados les diría que no se preocupen, que no lo haré nunca más", aseguró Suárez, pese a mostrarse esquivo en el análisis de lo ocurrido. "La sanción es la que es y hay que aceptarla. Sobre si he tomado medidas para evitarlo en el futuro, es un tema privado, pero sí aclaro que he tratado con los profesionales adecuados. Si me pongo a pensar en todo ello no puedo dormir, y ahora duermo muy tranquilo", reveló.
Ante la insistencia de los informadores, intentó justificar su demora en las disculpas a Chielini. "Esos días estaba muy deprimido y no tenía ganas de hacer nada. Pedí perdón y ahora quiero pensar en el presente. Me preocupé por si afectaría el fichaje, claro. Pero sobre todo, por lo que había hecho. Trato de borrarlo: lo pasado, pisado", cerró.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo suavizó el 14 de julio el castigo original, permitiéndole entrenar con sus nuevos compañeros y disputar partidos no oficiales.
Pero el uruguayo no podrá volver a saltar a la cancha hasta el 24 de octubre, justo previo al primer clásico de la temporada en la liga española, contra el Real Madrid. "Intentaré entrenar para llegar de la mejor manera", dijo. "Estando en el Barcelona, te van a mirar con lupa. Acepto cualquier tipo de reto. Estoy acostumbrado y no voy a tener ningún problema". Suárez volvió a jugar el lunes por primera vez, disputando 15 minutos en un partido amistoso en que el Barsa goleó 6-0 al Club León mexicano.
"Las sensaciones fueron emocionantes y lindas, pero aún no me lo puedo creer. Saber que voy a tardar un tiempo en volver a jugar se hace difícil", prosiguió el flamante fichaje, quien lució el dorsal nueve en su debut. La del martes también fue su primera rueda de prensa desde el incidente con Chielini. "Es un orgullo tenerle entre nosotros. Es un gran fichaje", declaró el vicepresidente del Barsa, Jordi Mestre, quien cifró en 81 millones de euros el coste del traspaso con el Liverpool, y la cláusula de rescisión, en 200 millones de euros.
En total, Suárez se perderá 11 partidos oficiales (ocho de liga y tres de la Liga de Campeones) con su nuevo club, mientras que también quedó privado de disputar la próxima Copa América con Uruguay, pues le restan otros ocho encuentros de sanción con la selección charrúa. "Los partidos con el Barsa me duelen y los de la selección en Copa América todavía más por el esfuerzo que se hizo, pero intentaré apoyar al máximo desde fuera", comentó.
El Barsa fichó a Suárez el pasado 11 de julio, pero la sanción original de la FIFA, que le impedía el contacto con cualquier ámbito futbolístico, demoró la presentación oficial con el conjunto azulgrana, que finalmente pudo celebrar el acto, una vez que el TAS emitió el fallo definitivo. "Ha querido ser jugador del Barsa. Es un deseo largo y eso es importante", comentó el director deportivo Andoni Zubizarreta, quien definió a Suárez como un futbolista "muy competitivo, que va mucho más allá de un goleador. Siempre estuvo entre nuestras referencias".
Con el Liverpool, el oriundo de Salto acumuló 78 dianas en tres temporadas y media, contado partidos de la Liga Premier inglesa, Liga Europa y Liga de Campeones. El goleador inició su andadura en 2005 en el Nacional de Montevideo uruguayo, fichando a continuación por el Groningen (2006-2007) y el Ajax (2007-2010) de la liga holandesa.
Suárez fue el goleador de la última temporada de la Premier, y su en palmarés figura también el trofeo de la pasada Bota de Oro al máximo cañonero de Europa. El internacional desechó la etiqueta de superestrella. "Las estrellas están en el cielo. Vengo a aportar como cualquier otro. Jugar con Messi, Neymar y el resto de figuras me motiva, dan ganas de aplaudirles. Pero esperamos no depender únicamente de dos o tres. Nunca me imaginé estar donde han pasado tantos grandes delanteros: me llena de orgullo.
La posición no será un problema, puedo jugar en cualquier puesto del ataque". Suárez, broma mediante, también intentó despejar dudas sobre su inactividad tras recuperarse a contrarreloj de una lesión de rodilla. "Apuré tanto para jugar el Mundial que luego me costó volver a empezar. Pero no tengo ninguna molestia. Solo me duelen los pies de no usar los zapatos de futbol", concluyó.
Por ALEX OLLER | AP