SHEFFIELD, Inglaterra — El italiano Vincenzo Nibali ganó el domingo la segunda etapa del Tour de Francia y se llevó la camiseta amarilla de líder, en una jornada en la que varios de los favoritos lanzaron un sprint final.
El ciclista del equipo Astana encabezó al pelotón al final de la carrera de 201 kilómetros sobre nueve colinas y el corazón de Yorkshire, Inglaterra. Peter Sagan,de Eslovaquia, fue segundo; y el belga Greg van Avermaet fue tercero — ambos dos segundos detrás.
En los últimos seis kilómetros, varios de los favoritos pre contienda entablaron juego de gato y ratón, tomándose turnos en la punta del pelotón adelantado. Pero Nibali, un veterano de 29 años que ganó el Giro de Italia el año pasado, lanzó su ataque en el momento perfecto — despegando a menos de dos kilómetros de la meta y resistiendo los embates rivales.
"Fue un día fabuloso para mí, encabecé una buena acción", dijo Nibali, que se llevó su primera etapa del Tour y su primera camiseta amarilla. "Fue difícil. Había mucho viento frontal … tuve suerte de atacar en el momento apropiado".
El alemán Marcel Kittel, un poderoso velocista que a mendo tiene problemas en subidas, quedó rezagado y perdió la camiseta amarilla que había ganado al llevarse la primera etapa el sábado. Nibali encabezó un grupo que incluyó al campeón defensor Chris Froome, de Gran Bretaña, y el bicampeón Alberto Contador, de España. "Fue un día muy duro, pero el respaldo de la muchedumbre fue excelente", dijo Froome, líder del equipo Sky. "Estoy cansado, pero espero que todo el mundo esté cansado luego de un día como el de hoy".
Enormes multitudes se alinearon a lo largo de la ruta desde York hasta Sheffield. Uno de los astros británicos de la carrera, Mark Cavendish, se tuvo que retirar antes de comienzo de la segunda etapa luego de sufrir la dislocación de un hombro en un choque el sábado. Aunque Yorkshire no tiene ascensos comparables con los Alpes o los Pirineos en Francia, los competidores enfrentaron nueve subidas bajas y moderadas.
La más difícil fue el tramo de 4,7 kilómetros del paso Holme Moss, y la más empinada fue también la más corta: los 800 metros del paso Jenkin Road, con un gradiente promedio de 10,8% — apenas a 5 kilómetros del final. Inglaterra es sede de las tres primeras etapas del Tour, antes que la competencia pase a Francia. Nuevos caminos para la mayor carrera del ciclismo mundial significan también nuevas audiencias, y muchos miembros del público están tan entusiasmados y deseosos de tomarse fotos con el pelotón que no se percatan de los peligros de acercarse demasiado a los ciclistas.
Hay simplemente demasiadas personas para las barreras que los organizadores instalas en lugares atestados, lo que hace la ruta más peligrosa para los competidores. La etapa del lunes deberá ser menos extenuante: los competidores cubren 155 kilómetros desde Cambridge hasta Londres, donde la carrera concluye cerca del Big Ben y la Abadía de Westminster.
Por JAMEY KEATEN | AP