El internacional marfileño Yayá Touré se mostró muy duro con su club, el Manchester City, al que reprochó no permitirle pasar unos días con su hermano, enfermo terminal de cáncer y que falleció la pasada semana, junto después de haber ganado la Premier.
"Me hubiera gustado estar cuatro o cinco días con mi hermano antes de viajar para preparar el Mundial con Costa de Marfil. Pero el City no quiso darme esos días. Tenía que ir a celebrar el título de campeón a Abu Dhabi mientras mi hermano pequeño se apagaba en una cama de hospital", escribe el exjugador del Barcelona en una tribuna que hoy publica la revista France Football.
Touré asegura lamentar no haber insistido más sobre este deseo frente a los dirigentes del City, que conocían el problema. "Sabían bien que sufría en mis carnes desde hace meses por ver cómo empeoraba la salud de mi hermano. Esa fue la razón por la que tuve varias lesiones en el final de temporada. La cabeza se hizo con el control del cuerpo. Estos últimos cuatro meses han sido, sin duda, los más duros de mi vida", indica.
El jugador señala que, pese a las alegrías deportivas que registró con el City, la dureza de la enfermedad de su hermano Ibrahim le hacía sentir dolor. "Quisieron que me convirtiera en insensible y lo peor es que yo les dejé que lo hicieran", agrega.
Touré narra la proximidad con Ibrahim, dos años más joven, con quien de niño buscaban juntos comida, jugaban al fútbol y conocieron las primeras mujeres. "Era mi confidente, mi mejor amigo también", asegura el internacional marfileño, que ahora quiere concentrarse en el Mundial para lograr la clasificación de su país para octavos de final contra Grecia.
EFE