La selección rusa que dirige Fabio Capello examinará, en unosminutos en el estadio de Maracaná, a Bélgica, la aspirante que más expectativas despierta, que debe confirmar en su partido más complicado si está preparada para dar el salto.
El conjunto de Marc Wilmots es señalado por la mayoría como el equipo que se puede meter entre los favoritos tradicionales en la lucha por el título. Bélgica, por fin, parece haber encontrado a sus nuevos "diablos rojos".
Si en los setenta fue capaz de ahogar a sus rivales con un estilo que le llevaba a tirar la línea del fuera de juego hasta el centro del campo y, una década después, encontró otra generación dorada comandada por el talento de Enzo Scifo, ahora se siente preparada para volver a lo grande a la escena mundial.
Cuenta con suficientes argumentos. Tiene al portero más en forma del mundo, Thibout Courtois, decisivo en las últimas conquistas del Atlético, y un puñado de jugadores curtidos en el fútbol inglés, con suficiente experiencia para aspirar a salir como favoritos en cualquier combate. El equipo de Marc Wilmots no tuvo un debut deslumbrante y sufrió más de lo esperado para superar a Argelia.
Entonces, los hechos señalaron directamente al banquillo porque fueron los tres jugadores que entraron en el segundo tiempo (Fellaini, Mertens y Origi) los que agitaron el hasta entonces insulso juego belga. En principio, parece que de estos el centrocampista del Nápoles Dries Mertens, autor del 2-1 frente a los magrebíes, es el que tiene más posibilidades de salir en el once inicial.
Wilmots, además, está pendiente de la evolución de Vincent Kompany, que se ha perdido los dos últimos entrenamientos del equipo por una lesión muscular pero al que el técnico no ha querido descartar.
El capitán del equipo, campeón de la Premier con el Manchester City es un hombre vital en su esquema porque asegura una buena salida de balón desde la última línea, por lo que le esperará hasta el último momento. Si no llega a tiempo, Thomas Vermaelen podría ser su sustituto antes de que el técnico desplace al centro a Toby Alderweireld, central en Atlético y lateral derecho con su selección. En el Maracaná, además, Romelu Lukaku también será centro de atención. Delantero potente, objeto de deseo del Atlético tras anunciar Diego Costa que se va al Chelsea, Lukaku tuvo un gris comienzo del Mundial del que quiere resarcirse.
En Rusia, mientras, el debate está en la portería después de que el empate ante Corea del Sur tuviese como protagonista al guardameta Igor Akinfeev, al que se le escapó un balón que podía haber atrapado con facilidad.
Fabio Capello ha salido en defensa del portero y no lo quiere señalar relegándole al banquillo, porque los problemas de la selección rusa no están sólo en la meta, sino en la indefinición de su juego, demasiado intermitente. En su segundo partido Alan Dzagoev, un proyecto de estrella que puede quedarse en el camino, podría entrar en el once inicial, porque su salida al campo contra los coreanos fue vital para dinamizar al equipo, como la del exsevillista Alexander Kerzhakov, el oportunista goleador que, tras conseguir el tanto del empate ha igualado a Vladimir Beschastnyk como máximo artillero del conjunto (26 goles).
Rusia, tras doce años ausente de una Copa del Mundo y anfitriona de la siguiente, necesita un éxito en Brasil. Para ello, contrató a Fabio Capello y le ha convertido en el seleccionador mejor pagado del Mundial (9'6 millones de dólares).
Alineaciones probables:
Bélgica: Courtois; Alderweireld, Kompany o Vermaelen, Van Buyten, Vertonghen; Dembele, Witsel; Mertens, De Bruyne, Hazard; Lukaku. Entrenador: Marc Wilmots.
Rusia: Akinfeev; Eschenko, Berezoutski, Ignashevitch, Kombarov; Denisov, Glushakov; Samedov, Dzagoev, Kokorin; Kerzhakov. Entrenador: Fabio Capello (Italia)
Árbitro: Felix Brych (Alemania)
EFE