Por José Luis Martínez/Especial para Pasión Magazine
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¿Podrá la MLS algún día desplazar a las Ligas de Estados Unidos?
Hace unos días mi buen amigo Fernando Vilá, Director de Pasión Magazine y este servidor tuvimos un interesante debate sobre el destino del soccer en los Estados Unidos. Para nadie es un secreto que el balompié ha tenido un relevante crecimiento en este país, que hasta 1994 cuando organizó la Copa del Mundo estuvo prácticamente desaparecido del escenario futbolístico a nivel mundial.
Producto de esa evolución hay muchas personas que creen que en un futuro, digamos de dos a tres décadas la Major League Soccer podría convertirse en una de las Ligas más populares de la nación y por ende esto afectaría a otras disciplinas como el béisbol, hockey sobre hielo y baloncesto.
Fernando es una de las personas que está de acuerdo con ese planteamiento y la próxima semana en esta sección LECTURA DOMINICAL emitirá su opinión al respecto, pero yo difiero totalmente de esta idea al no ser que el panorama del futbol global y de los demás deportes para ese momento sea diferente al de hoy en día. La MLS fue fundada en 1993 pero no fue hasta el 1996 cuando celebró su primera temporada con 10 equipos.
En la actualidad la liga está compuesta por 19 combinados (16 de Estados Unidos y 3 de Canadá) y para el 2015 se espera la entrada de otros dos clubes para sumar un total de 21 conjuntos. Contrario a las ligas de futbol más importantes del planeta, la MLS cuenta con un formato de competencia que más bien se asemeja a otros deportes y no al balompié. Por ejemplo su calendario regular se desarrolla entre los meses de Marzo y Octubre, por lo que siempre coincidirá con la Copa del Mundo.
Además tiene como particularidad la celebración de una postemporada con 10 equipos para definir al elenco campeón, así como un Juego de Estrellas, dos conferencias de diez y nueve equipos y al igual que ocurre en la NHL con la entrega del Presidents' Trophy, la MLS premia al equipo que mayor cantidad de puntos obtenga en la etapa regular con el Supporters' Shield y con un pase directo a la Liga de Campeones de la CONCACAF.
Precisamente sobre esta Liga de Campeones desde que la MLS comenzó a intervenir en ella solo cuatro de sus equipos han llegado a la final y únicamente los conjuntos D.C United y Los Angeles Galaxy han podido alcanzar la primera posición en las ediciones del 1998 y 2000 respectivamente. Como pudieron observar la MLS todavía no predomina en la CONCACAF como una Liga exitosa si a títulos se refiere y ahí sale a relucir el primer gran obstáculo que tiene en sus aspiraciones de convertirse en uno de las ligas más seguidas en los Estados Unidos.
Las razones son muy sencillas, los estadounidenses están adaptados a tener competencias al más alto nivel sin el peligro de que otros países le ocasionen dificultades, porque cuando se trata de football americano, béisbol, baloncesto y hockey sobre hielo siempre el referente será la nación norteamericana. Y con el soccer no sucede lo mismo, pues la región de la CONCACAF es mediocre y todavía Estados Unidos a nivel de clubes no es la principal potencia de su área. Si le sumamos algunos países de Sudamérica como Brasil y Argentina el lugar que ocuparía la MLS sería más rezagado y eso es sin contar las Ligas europeas, que por amplio margen son las mejores del mundo.
El hándicap de que geográficamente Estados Unidos esté aislado del mejor nivel del futbol mundial y que la mayoría de los países que tiene a su alrededor están en una situación mucho peor afecta de gran manera al desarrollo que pueda alcanzar la MLS, por tal motivo nunca una Liga de Campeones de la CONCACAF conseguirá el éxito y la perfección que tiene la Champions League, así que la motivación de una luminaria del futbol por elegir uno de esos dos torneos siempre estará del lado de la Champions.
Otra dificultad que tiene la MLS es que está muy por detrás con relación a la NFL, NBA, MLB y NHL en cuanto al estipendio de sus jugadores. La Liga norteamericana que mejor paga es la NBA con un salario medio anual de 5.15 millones de dólares, les sigue la MLB ($3.2 millones), la NHL ($2.4 millones), la NFL ($1.9 millones) y por último se encuentra la MLS con 160,000 dólares.
La diferencia es considerable, como mismo ocurre si comparamos la MLS con la Premier League, en donde un jugador gana como promedio 36,700 dólares a la semana, es decir en poco más de un mes ya ingresa más dinero que un futbolista que juega durante un año entero en los Estados Unidos.
*Estos salarios promedios no son del 2014.
Y que decir sobre los ratings televisivos. Ahí sí que la desigualdad es brutal (tabla).
En la temporada 2013 de la MLS las cadenas ESPN y NBCSN experimentaron una caída de ratings del 29% y 8% en comparación con la edición del 2012. ¿Esos porcientos que números representan?
En realidad son guarismos bien discretos, pues el promedio de teleaudiencia por encuentro que totalizaron ESPN y NBCSN fue de 220,000 y 112,000 cada una. Para avasallar aún más estos pobres indicadores, tenemos que la Copa de la MLS del 2013 disputada por los equipos SportingKansas City y Real Salt Lake le interesó solamente a 505,000 televidentes (ESPN), que es la cifra más baja conseguida por una televisora en Inglés desde que se transmite este tipo de evento.
TV ratings de la MLS Cup (1996-2013):
0.5/ 2013: Sporting Kansas City-Real Salt Lake (ESPN)
0.7/ 2012: Los Angeles-Houston (ESPN)
0.8/ 2011: Los Angeles-Houston (ESPN)
0.4/ 2010: Colorado-FC Dallas (ESPN)
0.8/ 2009: Real Salt Lake-Los Angeles (ESPN)
0.6/ 2008: Columbus-New York (ABC)
0.8/ 2007: Houston-New England (ABC)
0.8/ 2006: Houston-New England (ABC)
0.8/ 2005: Los Angeles-New England (ABC)
0.8/ 2004: D.C. United-Kansas City (ABC)
0.6/ 2003: San Jose-Chicago (ABC)
0.8/ 2002: Los Angeles-New England (ABC)
1.0/ 2001: San José-Los Angeles (ABC)
0.7/ 2000: Kansas City-Chicago (ABC)
0.7/ 1999: D.C. United-Los Angeles (ABC)
1.0/ 1998: Chicago-D.C. United (ABC)
1.4/ 1997: D.C. United-Colorado (ABC)
1.4/ 1996: D.C. United-Los Angeles (ABC)
Ese mismo partido también fue emitido por la cadena UniMás para el público latino y el registro que alcanzó superó a ESPN al conquistar a 514,000 telespectadores. Esto quiere decir que la comunidad latina en los Estados Unidos juega un papel fundamental en el seguimiento del soccer y los datos reflejados en la página The Altantic así lo demuestran, pues según ese sitio la MLS es la Liga profesional norteamericana más seguida por los latinos que representan el 34% del total de su fanaticada.
Tan prominente es la influencia de los latinoamericanos, que en lo que va de año el mayor registro de teleaudiencia conseguido por un enfrentamiento entre dos clubes en la televisión estadounidense fue protagonizado por los elencos mexicanos León y Pachuca, cuando se enfrentaron en el partido de vuelta de la final del torneo de Clausura de la Liga MX el pasado 18 de mayo (4.7 millones por UniMás).
¿Entonces en que plano quedó la Champions League? ¿Es normal que una liga de tan bajo perfil como la mexicana supere en teleaudiencia al juego final de la Liga Campeones (3.1 millones entre FOX y FOX Deportes), que es lo mejor de lo mejor que tiene el futbol anualmente?
En mi opinión esto no es más que el poco impacto que tiene un evento como la Champions en los fanáticos estadounidenses. Ahora bien, a diferencia de la MLS el entorno en el que se encuentra la selección nacional norteamericana es totalmente diferente y esto es gracias a los excelentes resultados que ha alcanzado en la última década.
Tres Copas de Oro, un segundo lugar en la Copa Confederaciones del 2009, la clasificación a octavos de final en el Mundial del 2010 y una sólida actuación en la pasada eliminatoria mundialista son los principales palmarés que tiene el conjunto de las Barras y las Estrellas desde el 2004 hasta la fecha.
En gran medida esos resultados han favorecido a que el seguimiento que tenga un evento de selecciones nacionales -sobre todo el Mundial- sea muy bueno. La pasada Copa del Mundo es hasta ahora el mundial más seguido en la historia de los Estados Unidos.
Los 64 juegos de ese evento promediaron 3.261 millones de televidentes entre los canales ESPN, ESPN2 y ABC. Además la selección de Estados Unidos fue protagonista de dos partidos que fueron presenciados por más de 15 millones de personas (entre ABC y Univisión).
El primero fue el de la fase de grupo ante Inglaterra (17.1 millones) y el segundo fue contra Ghana en los octavos de final (19.4 millones). Tal vez usted este sorprendido por la magnitud de esos números, que sin dudas son muy impresionantes, pero realmente no son ajenos al soccer norteamericano a nivel de selección nacional.
Pues en la Copa del Mundo de 1994 el elenco estadounidense consiguió en los octavos de final ante Brasil una teleaudiencia de 13.7 millones de personas (ABC), pero cinco años más tarde, créanlo o no, la selección nacional femenina en la final del Mundial frente a China logró la mayor cantidad de televidentes (18.0 millones) que ha tenido un partido de balompié emitido única y exclusivamente por una cadena en Inglés (ABC) de los Estados Unidos.
Una situación similar a la del soccer la tiene el hockey sobre hielo, ya que en la historia de la NHL nunca un juego de temporada regular o postemporada ha sido observado por más de 13 millones de personas, pero en tres ocasiones la selección nacional de hockey ha sobrepasado una teleaudiencia de 25 millones de telespectadores. La más reciente fue en el 2010 cuando en los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Vancouver, Canadá, el conjunto local venció a Estados Unidos en la gran final, cuyo partido provocó que 27.6millones de fanáticos lo siguieran a través de la televisión (NBC).
A pesar de que los Juegos Olímpicos de Invierno no tienen la misma magnitud que un Mundial de Futbol, entre los dos últimos registros de teleaudiencia más grandes adquiridos por las selecciones estadounidenses de hockey sobre hielo y soccer (ambos en el 2010) existe una diferencia de 8.2 millones de seguidores.
En sentido general creo que el soccer seguirá teniendo un notorio avance en los Estados Unidos, pero atendiendo a todos los datos que he brindado no pienso que fuera de la selección nacional, el interés por un torneo de clubes, en este caso la MLS, sea suficiente como para desplazar a otros deportes en cuanto a gustos y sobre todo calidad.