Balompié, el deporte del diablo
Por Andrés Pascual / lacronicausa.com
Pancho bendijo “la concentración argentina…”, primero, me parece de mal gusto que un PAPA se parcialice, aunque se trate de su país y del balompié; segundo, lo veo poco efectivo, no sé por qué no le pidieron un babalawo a Raúl para que los acompañara durante el calendario, seguramente no les hubiera costado un centavo, no con Cristi solicitándolo.
Ayer leí en Pasión Magazine, escrito por su director y brillante cronista Fernando Vilá, un documentado artículo sobre el mundial de balompié que se celebrará en breve en Brasil. Resulta que, según investigación del comentarista, la ausencia por lesiones superará cualquier cálculo prudente, es una epidemia como no se vio nunca, por lo menos en las antiguas Copas Jules Rimet desde 1950, o en todas las recientes como Copa Mundial; el detalle incisivo es que casi todos los lesionados son estrellas o jugadores determinantes de la selección a que pertenecen…
Este inicio del evento de balompié se parece mucho a la catastrófica situación de las Grandes Ligas, donde cada circuito rompe hostilidades con tantos lesionados como no tuvo el hospital suizo de la Cruz Roja durante los años de la 2da Guerra Mundial. El deporte “de multitudes” establece una relación rara con su fanático: al apasionado del soccer no le importa la corrupción en espiral que tiene a este deporte como uno de los más bajos del mundo, quizás el que más, por su perfil moral y elevado índice de violencia que genera.
Posiblemente ni conozca los escándalos rutinarios en casi todos los países por situaciones de manejo fraudulento de finanzas, mal pago a jugadores, atrasos en los pagos, arreglos de juegos y hasta de campeonatos.
En igual medida que goza de la popularidad más absoluta por el fanático más ciego y menos interesado en que le roben quienes “componen en oficinas de mafiosos”. Imagine que usted sigue al Fiorentina con el corazón, mientras, los jugadores están haciendo todo lo posible por perder, apoyados por árbitros y ejecutivos del club y de la liga, pero no es solo este club italiano, en el Calcio se han vendido tantos jugadores, oficiales y clubes que parecen los Industriales de la pelota castrista.
No pasa un día sin que se informe de alguna situación grave en el capítulo decencia o transparencia. Esta Copa estaba enfrentando un huracán, pero, como son propiedad de la mafia, desde la FIFA a las Superligas de Europa, más todo el andamiaje balompédico en cualquier lado, han logrado callar (pagar) a la prensa para que griten después, si los dejan.
Durante una conferencia de prensa previa al mundial del 2006, el Kaiser Beckenbauer declaró “veo a dos clubes europeos en la final”, cuando los mejores eran, por pronóstico e individualidades, Brasil y Argentina…y estuvieron dos del vetusto continente discutiendo el premio.
Desde el 2009 he pensado que la FIFA tiene un compromiso con las ligas europeas, que son las que mantienen viva esa desprestigiada organización de ladrones y corruptos, consistente en asegurar que cada país de los que celebra campeonatos de importancia o superligas, tenga por lo menos una copa a su haber. Para ratificar lo que digo y lo escribí previo al evento del 2010, compraron todos los avíos que necesitaban para facilitarle las cosas a España y la “furia roja” ganó.
¿Qué país de renombre en la Europa Occidental no ha ganado aún? Holanda, que ha sido subcampeón, que ha producido a muchos de los mejores jugadores de los últimos 40 años, pero, que, como liga, no es atractiva y quizás hay que ponerla en el firmamento de nuevo, digo ¡Uno nunca sabe!
Los “naranjas” jamás son favoritos, sus jugadores, desde el 2000, no hacen titulares individuales, pero han discutido el primer lugar y han cedido, porque, los mandamases del deporte, han tenido a otro en mente.
A Argentina le prepararon la Copa del 78 afectando a Brasil en el juego en que compraron a Perú. Por el grado de corrupción ascendente de los Organismos que contribuyen con la FIFA, porque esto es un negocio para enriquecer a otros, aunque se suicide un país, porque no ha ganado el bueno sino pocas veces, es que yo no dudo que este pudiera ser el año de Holanda, por encima de Messi y de “la madre de los tomates” si jugara.
El balompié no puede compararse con el béisbol, porque la FIFA es conceptualmente diferente al béisbol organizado aquella es una agrupación de países, mientras la MLB es una institución nacional, que celebra lo que se conoce como Serie Mundial, porque inventaron este deporte y quieren llamarla así; además, porque, en este deporte, ninguna otra competencia puede igualarla en clase ni en participación por países, representados con lo mejor de cada uno entre los equipos de la Nacional y la Americana.
El que ofenda con epítetos raciales a un jugador negro desde una grada de cualquier estadio americano, no solo de béisbol, o a un chino o a un hispano, tiene asegurada una acusación relacionada con el odio racial; sin embargo, en Europa, incluyo la Copa Mundial, nadie puede intervenir contra “la libertad de sentimientos”, cada día peor y más peligrosa en la práctica.
El balompié tiene categoría bárbara en su influencia, por eso existen los grupos de abusadores delincuentes. como los Barras Bravas o los Hooligans; el estado de violencia que exudan lo trasladan a más del 60 % del fanático que no pertenece a esas organizaciones criminales, que no necesitan serlo para matar a otro fanático, a un árbitro o hasta a un jugador, incluso incendiar un estadio o crear el pánico general que puede producir, virtualmente, tragedias de indescriptible magnitud en el cobro de vidas; es, sencillamente, el caos socio-político, contra el que no hacen nada los partidos de gobierno para erradicarlo, tal vez ni quieran o ni puedan.
Ningún gesto antisocial como los que mencioné puede ejecutarse en el béisbol americano, hay leyes para proteger todo lo que sea susceptible al ataque fanático desde cualquier posición.
Cuando ocho jugadores de los Medias Blancas de Chicago arreglaron la Serie Mundial de 1919, fueron absueltos en el juicio civil, pero el béisbol nombró Comisionado a un juez recto en la vida real, Kennesaw “Mountains” Landis, que se encargó de expulsar para siempre del juego a los delincuentes, sentando dos precedentes: no habría mano blanda nunca contra los arreglos en ningún nivel y el elemento que fuera suspendido debería ser restituido por el propio Comisionado que lo suspendió.
Por eso ha tenido problemas Pete Rose para que lo limpien bajo petición de muchos fanáticos, porque Angelo Bartlett "Bart" Giamatti ya no está entre nosotros. Durante los 40´s, un dueño de club fue obligado a vender y jamás pudo relacionarse otra vez con el juego.
El béisbol lo cuidan aquí hasta con la presencia de un congresista-supervisor desde los 20′s, porque es de indudable influencia en la niñez americana, que lo cita como segunda opción, después de presidente, a la pregunta ¿Qué quiere ser cuando crezca?
El fanático estadounidense del béisbol nunca volvería a tener en el lugar que tiene al pasatiempo nacional, ni este podría influir en la sociedad como hace, conociendo que jugadores que arreglan juegos, clubes que ceden por intereses y directivas que lo preparan, se mantienen después de ser descubiertos y sancionados a solo meses de inactividad por tamaña violación de la moral pública y deportiva.
La FIFA, porque es una estructura de países, no puede tomar medidas contra las federaciones nacionales, que hacen lo que les da la gana y mantienen al organismo, desde levantarle la suspensión por arreglar juegos a Paolo Rossi para que jugara en la Copa de 1982, hasta restituir a casi todo el mundo y quitarle los castigos a los clubes que, en la italiana, implicó a más de 150 personas y cinco clubes en entregas por dinero y otros regalos caros como Ferraris o Patek.
También habría que analizar cuánto necesitaría un gángster para comprar un solo pelotero que arregle un juego de calendario o de Serie Mundial, donde el jugador banco de primer año, que mira y no juega, gana más de medio millón por campaña. Si algo es preocupante en el balompié, es observar cómo legiones de fanáticos “hinchan” por clubes que, posiblemente, ya se decidió en instancias ajenas al terreno que no ganaría.
Esto es una aberración que, al modo mío de verlo, no tiene solución: es lo mismo que regalarle 100 dólares a un ladrón que le sacó la cartera de un bolsillo.
A fin de cuentas, la pasión corrupta que genera el balompié es contagiosa, la honestidad del fanático para tratar de arreglar los problemas delincuentes del deporte multitud no aparece por ningún lado y, si no tiene solución, es porque la receta incluiría abandonar las gradas.
Por todo este complejo delincuente, porque como deporte no aguanta más excremento encima, yo no dudo que este pudiera ser el año de Holanda, el país de Cruyff, de Marco Van Basten de… único de superliga, alicaída pero al fin y al cabo…que no ha ganado todavía. ¡Ah! se me olvidaba: ¡EL DÍA QUE LA MAFIA RUSA QUIERA…!