El Super Bowl de 2018 se jugará en Minneapolis, decidieron los dueños de equipos de la NFL como un premio a los Vikings y a la ciudad por construir un estadio nuevo para reemplazar al viejo Metrodome. Los propietarios de equipos eligieron a la ciudad y su nuevo estadio, que costará mil millones de dólares, por encima de Nueva Orleáns e Indianápolis.
"El nuevo estadio fue sin duda un factor decisivo", comentó Jay Cicero, del comité de solicitud de Nueva Orleáns. "Cada vez que hay tanto apoyo público para construir un estadio de mil millones de dólares, los dueños de la NFL se asombran". "Hicimos todo lo que se suponía debíamos hacer, tuvimos una presentación fantástica. Al final, creemos que el estadio fue la diferencia", agregó.
El partido que decide el campeón de la NFL se jugará en Minneapolis por segunda ocasión. En 1992, Washington derrotó a Buffalo en esa ciudad. Nueva Orleáns ha sido sede del Super Bowl en 10 ocasiones, empatada con el sur de Florida como los lugares que han sido anfitriones más veces, pero su propuesta pudo haber sido afectada por el apagón que interrumpió el juego por el título en 2013. Indianápolis lo albergó en 2012.
El nuevo estadio de Minneapolis será inaugurado en 2016. El Super Bowl del próximo año es en Glendale, Arizona, y luego será en Santa Clara, California, y el siguiente en Houston.
AP