Fanáticos del fútbol serán incapaces de celebrar un triunfo en la Copa Mundial a través de Twitter o compartir sus selfies desde los estadios. Peor aún, las llamadas de emergencia pueden ser bloqueadas por la saturación de las torres de conexión de teléfonos celulares.
Esos son algunos de los temores que se plantean mientras cientos de miles de fanáticos con teléfonos celulares se aprestan a asistir al máximo torneo del fútbol mundial en Brasil.
Los expertos dicen que los visitantes descubrirán que los servicios de comunicaciones móviles en Brasil son insuficientes, mayormente porque las compañías telefónicas y el gobierno apenas están preparados para el torneo de un mes de duración. Algunos se quejan de posibles apagones de las redes.
Aun en las mejores condiciones, los llamados de voz suelen perderse y el acceso a internet en un teléfono multiusos es notablemente lento. Al igual que durante las protestas del año pasado durante la Copa Confederaciones, podría resultar imposible usar servicios móviles en medio de una multitud en un estadio repleto. Las inversiones del gobierno debían remediar el problema antes del certamen.
Los líderes prometieron velocísimas redes móviles 4G en las doce ciudades donde se jugarán los partidos, pero no cumplieron. "Hemos aprendido la lección de la Copa Confederaciones, para lo cual estacionamos camiones especiales fuera de los estadios a fin de reforzar la conectividad", afirmó Thierry Weil, director de comercialización de la FIFA. "Pero a fin de cuentas, a decir verdad, si tenemos un estadio con 70.000 personas en el que todos quieran hacer un llamado telefónico en el intervalo, bueno, sería mejor que llamaran al novio o la novia antes del partido".
En el peor de los casos, no podrán comunicarse
"Los visitantes a la Copa Mundial no podrán comunicarse como ellos lo deseen", anticipó Gaffney. "Instagram, Twitter, las redes sociales no funcionarán a niveles mundiales sino a niveles brasileños, de modo que la gente que venga experimentará las mismas frustraciones que nosotros enfrentamos todos los días".
Los problemas con los servicios móviles brasileños se plantean en momentos en que la demanda aumenta sin que la infraestructura de transmisión se mantenga a la par. Hay más de 272 millones de líneas celulares activas en este país con 200 millones de habitantes, según Anatel, regulador de las telecomunicaciones. Las compañías telefónicas culpan a los gobiernos municipales por lo que consideran burocracia excesiva requerida para construir más torres a fin de mejorar los servicios móviles.
Pero funcionarios del gobierno se quejan de que las compañías de telecomunicaciones han aceptado codiciosamente a decenas de millones de consumidores de clase media sin mejorar adecuadamente la infraestructura. "Las compañías tienen que invertir en sus redes de datos. Los ciudadanos desean acceder a internet por medio de sus artefactos móviles y tenemos que expandir la capacidad de las redes", afirmó el presidente de Anatel, Joao Resende, en una reciente audiencia pública.
El ministro de comunicaciones, Paulo Bernardo, admitió que los fanáticos tendrán problemas serios para usar los celulares por lo menos en la mitad de los estadios. Ha dicho que no queda tiempo para instalar los equipos necesarios a fin de mejorar los servicios en muchos estadios, incluso en el de Sao Paulo, donde se jugará el partido inaugural del mundial el 12 de junio.
AP