El dueño de Los Ángeles Clippers, Donald Sterling, ya hizo llegar a la NBA su enérgico rechazo por los cargos que se imputan y que el próximo martes pueden derivar en obligarle a que venda el equipo.
Sterling, de 80 años, hizo llegar a la NBA, a través de su abogado, su desacuerdo con las acciones que han emprendido y que calificó de "draconianas", mientras que definió como una auténtica "farsa" el procedimiento que inició el nuevo comisionado Adam Sterling.
En los documentos enviados a las oficinas de la NBA por el abogado de Sterling, Maxwell Blecher, el dueño de los Clippers, niega toda acusación hecha por la NBA y pide la desestimación de los procedimientos contra él en la audiencia del 3 de junio ante la Junta de Gobierno de la Liga.
La Liga, a través del vicepresidente de comunicaciones, Mike Bass, reconoció que la NBA había recibido las respuestas por separado de Donald Sterling y su esposa Shelly Sterling, que tiene el 50 por ciento de la propiedad del equipo, y que se las harían llegar junto a los cargos que pesan en su contra a los miembros de la Junta de Gobierno antes de la audiencia del próximo martes.
Luchará hasta el final "En caso de que el voto de la Junta sostenga la acusación, los intereses de los Sterling en los Clippers se darán por terminados y el equipo será vendido", reiteró la Liga en un comunicado oficial.
Pero dueños como el polémico Mark Cuban, de los Mavericks de Dallas, reiteró que el proceso debe cumplirse ateniéndose al reglamento interno, la Constitución del país y la ley.
El propietario de Los Angeles, sancionado de por vida por la NBA por sus comentarios racistas captados en una grabación privada durante un partido del pasado mes, "va a luchar hasta el maldito final" por mantenerse como el dueño de la franquicia, desautorizando a su esposa, Shelly Sterling, para que pueda venderla.
EFE