SAO PAULO,— El frenesí por el álbum de láminas autoadhesivas de la Copa del Mundo se apoderó de Brasil como nunca antes. Los brasileños han sido durante mucho tiempo ávidos aficionados de los álbumes del Mundial, pero este año hay una motivación adicional ya que la máxima cita del fútbol se disputará durante un mes en su propio país a partir del 12 de junio. Todo el mundo intercambia las láminas, tanto niños como adultos, desde estudiantes hasta médicos. Incluso la presidenta Dilma Rousseff se unió a la diversión.
Los aficionados han creado sitios de comercio frente a estadios, plazas y librerías para intercambiar sus 'figurinhas' e intentar completar sus equipos. Algunos son experimentados coleccionistas, otros sólo lo hacen por la emoción de llenar el álbum. Algunos ayudan a sus hijos, otros desafían a sus colegas. Brasil encabezó las ventas durante el Mundial de 2010 y en esta ocasión sus cifras ya son superiores a las de hace cuatro años, según la empresa escogida por la FIFA para encargarse del álbum, la italiana Panini.
Las láminas se venden en más de 100 países y Sudamérica es el principal mercado. Alemania y Suiza fueron los primeros países en ventas después de Brasil en 2010, según datos de Panini.
"La última vez que hice esto fue cuando era niño, pero con la Copa del Mundo en Brasil no había manera de que dejara pasar esta. El Mundial está aquí y este álbum será histórico", dijo Fernando da Silva, de 32 años de edad, mientras intentaba terminar su segundo álbum en un punto de intercambio frente al estadio Pacaembu, en Sao Paulo. "Esto me trae todos los recuerdos de cuando yo solía intercambiar calcomanías con mis amigos en el colegio".
Cientos de personas van a Pacaembu cada fin de semana, así como otros lugares de intercambio en la ciudad más poblada de Brasil que incluyen supermercados, cafeterías y centros comerciales. El principal museo de arte de la ciudad, el MASP, es uno de los lugares más populares para los entusiastas, donde se reúnen grupos de adolescentes, parejas y familias enteras que buscan intercambiar sus 'figurinhas'.
Hay muchos grupos en internet dedicados a las personas que quieren cambiar sus láminas, y un sinnúmero de aplicaciones están a disposición de los aficionados que buscan las calcomanías más difíciles de conseguir. Incluso hay un álbum virtual creado por Panini.
La presidenta Rousseff dijo a los periodistas que estaba ayudando a su nieto de tres años a completar su álbum. Las 649 láminas necesarias para llenar sus 80 páginas incluyen a algunos jugadores que al final no serán convocados para el Mundial, así como fotos de estadios sin terminar por cuenta de los retrasos de Brasil en los preparativos.
En la 'canarinha', por ejemplo, Robinho fue incluido en el equipo, pero al final no fue elegido en la lista de 23 seleccionados para el torneo. Lo mismo sucedió con la calcomanía de Ronaldinho en el 2010. La euforia por el álbum también se vive fuera de Brasil, hasta con jugadores pendientes de llenarlo.
Recientemente, el delantero Joel Campbell —figura de la selección de Costa Rica— plasmó en Twitter su alegría tras haber encontrado su propia imagen: "Ya me salió mi postal Panini en un sobre y está pegada en el álbum.
Fin del comunicado", escribió en la red social. Panini ha estado a cargo del álbum oficial de la Copa del Mundo desde el campeonato de 1970 en México. Cuenta con dos instalaciones para imprimir las láminas, una en Brasil para el mercado de América Latina y otra en Italia para el resto del mundo.
AP