El entrenador del Chelsea, José Mourinho, ha recibido una multa de 8.000 libras esterlinas (10.000 euros) y una amonestación por su expulsión en la derrota 1-0 de su equipo el mes pasado en el estadio del Aston Villa.
La federación inglesa recordó que el portugués infringió la normativa al invadir el terreno de juego con la intención de hablar con el árbitro. Mourinho entró en el terreno de juego en Villa Park para hablar con el árbitro Chris Foy después de que el centrocampista brasileño Ramires se convirtiera en el segundo jugador del Chelsea expulsado ese partido, tras la tarjeta roja previa a Willian.
El extécnico del Real Madrid negó haberse comportado de manera inadecuada, pero perdió el caso en una audiencia personal ayer miércoles. Mourinho aseguró que lo único que quería era hablar con el árbitro, pero éste se negó a dialogar con el técnico y lo expulsó. Posteriormente, el luso dijo que Foy no debería arbitrar más al Chelsea y continuó quejándose durante días de su actuación.
(EuropaPress)