Durante generaciones y generaciones, muchas personas mayores han hecho migas con gente de poca edad. Se junta el deseo de verse reflejados en alguien con la admiración, las ganas de recobrar la vida y la frescura con el ansia por aprender.
Además, se cruzan mimos sin aguantar regañinas de adultos. En el Mundial de MotoGP actual se vive una situación parecida entre Valentino Rossi y Marc Márquez.
Por edad, el italiano ya casi es un abuelo pues corrió en Qatar con 35 años y 35 días. De hecho, no había un campeón de la clase reina corriendo con tanta edad desde que lo hiciera su compatriota Giacomo Agostini en 1977.
Marc Márquez, con 21 años casi recién cumplidos, es para muchos, el niño por todos los récords de precocidad destrozados, incluyendo el de lograr el máximo título antes que nadie.
Primer mano a mano real
En Losail se jugaron el triunfo por primera vez en su vida. Ya habían tenido alguna que otra pelea por la posición, como en Qatar 2013 o la memorable de Laguna Seca del año pasado, pero nunca fue en el giro final. Fue un choque generacional, pero con la admiración y respeto que otorgan sus edades. Nada que ver con peleas abruptas contra hermanos mayores o menores como Lorenzo o Pedrosa. Valentino es como los buenos vinos, mejora con los años. Muchos pensaban que después de sus dos temporadas de penurias en Ducati estaba para el arrastre, al borde de la retirada. Él, ya durante la pretemporada, lo avisó: "Quiero correr hasta los 40 años". Por supuesto, sabía que para ello debe ser competitivo.
Vale sale reforzado
La carrera de Losail le ha reforzado. Ahora se ve más fuerte que en 2013 y, por supuesto, para nada viejo. "El motociclismo no es un deporte físico como el atletismo. Hay muchos futbolistas fortísimos mucho más viejos que yo. Lo que me hace seguir adelante es la pasión, me gusta correr. Quizá en la calificación, hay algunos chavales que logran meterme alguna décima, pero en carrera cuenta la experiencia", dijo el segundo con más edad de la parrilla actual de MotoGP, solo superado por su amigo Colin Edwards, que ya ha llegado a la cuarentena. Ilusión, pasión por correr.
Eso también lo tiene -y a raudales- Marc Márquez. Él sería como un joven crianza, pero de la mejor cosecha y con la mejor denominación de origen, España en su edad de oro.
El ilerdense no notó para nada la diferencia de edad en su pelea con su ídolo. "Son increíbles las ganas que tenía Valentino, parecía un chaval de 20 ó 21 años como yo", soltó. Y es que para el de Cervera, Vale merece el máximo de los créditos. "Valentino es Valentino y no hay que olvidar que es el más grande", reseñó para dar más valor a su victoria, pero, también para que constara en acta que su predilección no tiene límites. Pese al buen rollo, evidenciado con la larga charla que mantuvieron escaleras arriba las sonrisas cómplices y las palabras halagadoras, con el mono y bajo el casco volverá la batalla. "Adiós Marc, nos vemos en Austin.
Allí, más", se despidió Valentino de Marc en Losail. Más carreras, le quería decir, pero también, más lucha entre ambos. Rossi ha aceptado el reto de pelear de tú a tú con Márquez. Ante eso solo pueden ganar todas las generaciones. Antes de que llegue el nuevo capítulo -13 de abril en Austin-, el catalán hará escala en Kuala Lumpur (Malasia). Es el favorito para ganar el Laureus a la Mejor revelación en 2013, cuando aún era una sorpresa.
JAIME MARTÍN / MARCA
