Nueva reunión entre los jugadores del Real Madrid con Carlo Ancelotti y Zinedine Zidane. No han hecho falta muchas palabras ni grandes discursos para analizar la última derrota en Sevilla. En la conversación ha salido, de nuevo, el Clásico. Han sido los futbolistas los que han pedido perdón al entrenador por su falta de atención defensiva, los despistes y errores en estos dos encuentros. Se han referido a acciones como, por ejemplo, la que costó el primer gol de Iniesta en el Clásico y el penalti sobre el manchego que significó el 3-4 de Messi.
También se han propuesto no repetir los fallos en cadena que se produjeron en los dos tantos, en jugadas de contraataque, del Sevilla. Los futbolistas reconocen a sus técnicos que están fallando, que no han estado a la altura de dos citas decisivas en la Liga y les duele haber perdido la ventaja de puntos que tenían sobre Atleti y Barça. Ha habido autocritica tras la derrota en el Sánchez Pizjuán y también se lo han hecho saber al presidente Florentino Pérez y los dirigentes que suelen viajar con el equipo. Se consideran los culpables de los tropiezos y exculpan al entrenador.
También se han comprometido, como se suele hacer en estos casos, para revertir esta dinámica en los siguientes encuentros. Ahora tienen que disputar dos partidos seguidos en el Bernabéu, en los que buscan ese punto de inflexión para frenar esta mini racha negativa. Primero este sábado contra el Rayo Vallecano y, cuatro días después, frente al Borussia Dortmund en la ida de los cuartos de final de la Champions. Estos dos partidos tienen que servir para recuperar la solidez que les exige Ancelotti.
Hay un pacto por demostrar que lo suyo ha sido un accidente y que todavía están a tiempo de ganar esta Liga. Necesitan estar unidos en una fase de la temporada en la que también se están jugando la Champions, la final de Copa y hablan de no fallar contra un Borussia que les motiva porque fue su verdugo en la pasada edición y con el que tienen que aprovechar que no juega en el Bernabéu su estrella, el polaco Lewandowski.
Ganar y convencer en los siguientes dos partidos (Rayo Vallecano y Borussia Dortmund) se lo toman como un reto que les valga para recuperar la fiabilidad que se habían ganado hasta no hace mucho tiempo. Sería un empujón importante para afrontar la siguiente salida en la Liga, en Anoeta. Jugar contra la Real Sociedad en su campo tiene dificultad y lo ven como otro desafío porque les duele que se diga que es Ancelotti el que no ha sido capaz de ganar en ninguno de los grandes campos de esta Liga. Dicen que es injusto culpar al entrenador.
Del derbi copero contra el Atlético de Madrid salieron muy contentos y este es su punto de partida para recuperar los conceptos tácticos y la actitud (presión, intensidad, ayudas en defensa, esfuerzo, trabajo con y sin balón, equilibrio…) que tan machaconamente les venía inculcando Ancelotti y que tan buenos resultados les dio con esa racha de 31 partidos sin perder.
Los jugadores se han reunido, exculpan al entrenador, han hecho autocrítica y apelan a su orgullo. Ancelotti ha recibido el mensaje y le tranquiliza, a pesar de que todavía le dura el enfado por no haber sumado ningún punto en las dos últimas jornadas y haber cometido errores que creía que ya estaban mas que hablados.
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