El grupo liderado por la estrella retirada del fútbol David Beckham está listo para develar un diseño para un estadio de fútbol a cielo abierto, al estilo europeo, en el Puerto de Miami, que tendría vistas del perfil del downtown y de la bahía a través de un techo ondulante y crearía una nueva plaza pública evocando la Escalinata de la Plaza de España en Roma, al borde del agua en la Bahía de Vizcaya.
La presentación de los bocetos propuestos del estadio, programada para hoy lunes, con su deliberado factor de asombro, tienen el propósito de buscar apoyo para ubicar la nueva franquicia de la Ligas Mayores de fútbol concedida a Beckham en este disputado pedazo de Dodge Island en el puerto.
“Creemos que es el momento de compartir nuestra visión”, dijo John Alschuler, el consultor de bienes raíces de Beckham basado en Nueva York, durante una entrevista sobre una amplia gama de temas. “Tengamos un vigoroso y completo debate público al respecto”. “Sentimos que un estadio en downtown puede una contribución clave para la revitalización de una gran ciudad. A David le encanta en lo que se está convirtiendo y mucha de esa energía viene del downtown".
El detallado plano del estadio, colaboración entre Arquitectonica, de Miami, y 360 Arquitecture, de Kansas City, está diseñado para hacer foco en una ubicación en la bahía que tiene como fondo el downtown, lo que les daría a los visitantes una vista espectacular, dijo Alschuler, “que sólo los peces y los yates privados” disfrutan ahora.
El plan general del lugar, desarrollado por Arquitectonica, contempla conectar el estadio y la plaza con el downtown de Miami a través de un puente levadizo que no está en uso y que sería convertido en un parque lineal para peatones. La plaza rodeada de restaurantes y tiendas tendría una programación desarrollada por el equipo, incluyendo películas al aire libre, conciertos, transmisiones de la Copa Mundial de fútbol y otros eventos todo el año.
El frente del estadio tendría tiendas mirando hacia la plaza, quizá un museo de Beckham y terrazas abiertas. También tendría un club nocturno abierto al público todo el año. “Tenemos la oportunidad de hacer algo especial”, dijo Alschuler. “Puede ser uno de los grandes estadios”.
El sitio tentativo ha tenido oposición por parte del inquilino clave del puerto, Royal Caribbean Cruises, cuya sede colinda con el sitio, y algunos comisionados del Condado de Miami-Dade que temen que traerá más tráfico al puerto e interferirá con sus operaciones o con una futura expansión.
Una portavoz para Royal Caribbean no respondió a un correo electrónico solicitando un comentario sobre los planos. Alschuler reconoce que el sitio presenta complejos “desafíos entre arrendatario y arrendador” incluido dónde estacionar más de 5,000 automóviles. Pero también dice que los estudios de tráfico y de los horarios realizados por su equipo, demuestran que los juegos, que en su mayoría tendrían lugar en la noche, no coincidirían con las llegadas y el abordaje de los cruceros, que suceden en durante el día. Y dijo que un estudio sobre el estacionamiento, muestra que hay miles de espacios disponibles a corta distancia del estadio en el downtown de Miami, con una condición: el equipo prometería no programar juegos cuando juegue el Miami Heat en el American Airlines Arena.
Si la comisión del condado no concuerda con que el estadio de fútbol en el puerto es una buena idea, “jugaremos en otro lugar” de Miami, dijo Alschuler. “Queremos venir al puerto sólo si somos una mejora para el puerto”, agregó. “Si somos una molestia para el puerto entonces no deberíamos estar ahí”.
Si bien el plan confirma el sitio en el puerto como el favorito del grupo de Beckham, los inversionistas dicen que están considerando seriamente otros tres lugares como respaldo: unos terrenos que colindan con el estadio de los Marlins, la alternativa preferida; una parcela industrial adyacente al centro de alquiler de automóviles y tránsito del Aeropuerto Internacional de Miami; y cerca de la Universidad Internacional de Florida en Tamiami Park.
El terreno justo al oeste de Marlins Park en la Pequeña Habana pertenece al condado, a la ciudad y a varios propietarios privados. El plan original para el estadio de béisbol incluía un estadio de fútbol, y Alschuler dijo que ha estado en conversaciones con los Marlins. Pero el participante clave seria probablemente la ciudad, y el Alcalde Tomás Regalado ha dicho que no le gustaría entregar terrenos públicos a un equipo de fútbol sin la aprobación de los votantes.
El sitio en FIU no había sido mencionado antes y parece poco probable considerando que la universidad desearía expandirse hacia los terrenos del parque de la feria y ya enfrenta una confrontación con el Condado de Miami-Dade relacionada con el uso de esa propiedad. También por primera vez, el grupo de Beckham reconoció un potencial interés en supervisar el desarrollo del resto del sitio en el puerto, en la esquina suroeste de Dodge Island, donde los administradores del puerto han considerado construir un gran distrito comercial y de oficinas para atraer ingresos.
El plan de 7 millones de pies cuadrados que los administradores del puerto han propuesto para el lugar, según alega Alschuler no es viable y perjudicaría grandemente al downtown de Miami, que ya lucha con altos índices de oficinas vacantes. En su lugar, el equipo cree que el estadio de fútbol y la plaza dejarían suficiente espacio para 1 millón de pues cuadrados de construcción y desarrollo secundario, incluidos hoteles y tiendas minoristas. “Somos la manera de resolver el problema de cómo atraer el desarrollo [a esta área] pero sin representar una amenaza para el downtown”, dijo Alschuler. Los diseños de Arquitectonica del estadio muestran cuatro edificios adicionales en la porción oeste de la parcela.
Estos tienen un carácter conceptual y sólo pretenden mostrar cómo se vería un terreno completamente desarrollado, explicó el principal representante de Arquitectonica, Bernardo Fort-Brescia. El grupo no desea realmente construir los proyectos comerciales, enfatizó Alschuler. Pero estaría dispuesto a servir como el “urbanizador maestro” del lugar, y le cobraría un recargo al condado por crear un plan para la propiedad y por administrarla. Los constructores licitarían competitivamente por los proyectos, que serían asignados por la Comisión de Miami-Dade y pagarían rentas a precio del mercado al gobierno del condado. “Este terreno es del Condado”, dijo Alschuler. “Debería ser una licitación abierta y competitiva”.
La variedad de usos y espacio abierto del sitio, dijo Alschuler, satisface los requisitos impuestos por el Alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, y garantiza que será una parte vital y activa del downtown de Miami. Los estadios que son insertados aisladamente, sin una estrategia más amplia de desarrollo, usualmente no logran mejorar el área que los rodea’’. “Cuando se hace mal, un estadio puede ser un objeto antiurbano, y hay muchos ejemplos de ello, dijo él. El financiamiento para el estadio, sin embargo, no dependería del desarrollo que lo acompañe, dijo Alschuler.
El equipo asegura que cubrirá la construcción del estadio sin fondos del condado y que pagará renta por el terreno, aunque busca obtener un reembolso de los impuestos a las ventas de parte del estado como el que han obtenidos otras franquicias de deportes profesionales en Florida. Alschuler dijo que el grupo tiene un estimado de los costos de construcción pero rehusó revelar la cifra. Aun por decidirse, dijo Alschuler, estaría cómo quedarían cubiertos los gastos de mejoras públicas tales como el camino para peatones, una ruta para caminar en la bahía y la plaza.
De acuerdo con Alschuler, debería ser dividido en alguna proporción equitativa entre el equipo y el gobierno local. El equipo tampoco puede costear por sí solo la construcción de un estacionamiento de múltiples niveles, pero ha propuesto compartir uno con Royal Caribbean. Para hacer espacio para él, el estadio podría acomodar la guardería de la compañía de cruceros, que esta ubicada directamente al este del terreno del estadio, dijo Alschuler.
El grupo Beckham también está sosteniendo “discusiones activas” con la Universidad de Miami acerca de compartir el estadio con el equipo de football Hurricanes que ahora juega en el estadio Sun Life de los Dolphins de Miami bajo un contrato de arrendamiento a largo plazo.
Esto requeriría que el estadio de fútbol que en este momento está diseñado para acomodar entre 20,000 y 25,000 espectadores, fuese expandido para incluir cerca de 40,000 asientos, lo que complicaría el panorama de el problema de estacionamiento y de la programación de los juegos, señaló Alschuler. El grupo espera llegar a una decisión en un plazo de 60 días sobre si la idea de la Universidad de Miami es viable o no, dijo Alschuler.
Por Andres Viglucci y Patricia Mazzei/ Miami Herald