Después de 11 años un jugador defensivo volvió a ser elegido el Jugador Más Valioso del Super Bowl. Malcolm Smith, apoyador de los Seattle Seahawks, recibió el galardón tras una actuación dominante a la defensiva. Smith interceptó un pase del mariscal de campo de los Denver Broncos, Peyton Manning, y devolvió el balón 69 yardas hasta la zona final para darle una ventaja 22-0 a los Seahawks antes de finalizar la primera mitad.
Además de la intercepción, Smith recuperó un balón suelto del receptor abierto Demaryius Thomas. Smith terminó el partido con nueve tacleadas, cinco en solitario, y un pase desviado. La designación de Smith también puso fin a una racha de cuatro años consecutivos en las que mariscales de campo fueron los ganadores del premio (Drew Brees, Aaron Rodgers, Eli Manning y Joe Flacco).