David Stern puso fin a una trayectoria de 30 años como comisionado de la NBA, dejando en el cargo a Adam Silver, quien es el quinto comisionado en la historia de la liga. La NBA publicó hoy sábado en su cuenta de Twitter una foto de Silver sosteniendo un balón de básquetbol y dando la mano de su predecesor Stern.
"Es oficial: Adam Silver sucede a David Stern como comisionado de la NBA", lee el pie de foto, según lo informó la agencia AP. Silver llegó a la NBA como su asistente en 1992, y ha sido subcomisionado desde 2006.
La Herencia de David Stern
En esta sucesión es momento de hacer una evaluación en el cargo, cuál es la herencia que deja David Stern a la NBA. Mayormente se le reconoce como el impulsor en la transformación de la imagen que mostró la liga, de ser un "producto" poco rentable y atractivo a un negocio de alcance mundial. ".
¿Qué hizo David Stern?
Bueno, él expandió el alcance de la NBA y, tal y como dice la gente que se dedica al marketing, lo expandió de manera espectacular. El valor de las franquicias es diez veces mayor. Hay cuatro canales que televisan a los partidos de la NBA para el mundo entero. Él se las ha arreglado para siempre estar un paso adelante que muchos cuando de tecnología se trata, posicionando a la liga en la era digital más sutil y eficazmente que muchas otras industrias estadounidenses.
Los jugadores ganan cantidades enormes de dinero. La labor de David Stern aquí está hecha…", señala un fragmento del análisis que hace Charles P. Pierce y que fue publicado este viernes en el sitio 'Grantland.com'. No obstante, a decir de Pierce, Stern también deja en el camino algunos movimientos que son blancos de crítica.
"Sin embargo, todo lo logrado también tuvo su precio. Stern vendió gran parte del alma de la liga al comprometerla con sus "socios corporativos" y hacerlo tan detalladamente y tan bien, con todo lo que eso significa", indicó el documento publicado por Grantland.com.
Cabe señalar que Stern tomó la NBA en un momento complicado, a principios de 1984, cuando inclusive estaba considerada con el pésimo prestigio de la "liga de las drogas", así lo detalla Pierce. "…El fantasma de los días cuando la NBA era considerada 'demasiado negra' jamás estuvo demasiado lejos de algunas de sus decisiones como cuestionar a Allen Iverson porque le gusta el rap y crear un código de vestimenta obligatorio que fue elogiado por una gran cantidad de gente aburrida y sirvió para ganar algo de dinero aprovechándose del lado más suave de la cultura del hip-hop mientras seguía aterrorizado de sus lugares más rudos".
Pero tanto tiempo al mando de una organización también genera el riesgo de adquirir algunos vicios propios de quien tiene el poder en la mano para tomar decisiones .
"Hay una cobardía esencial en todas las personas autoritarias, la cual se vuelve más evidente cuando refuerzan su control. En términos generales, es difícil no llegar a la conclusión de que la NBA se volvió cada vez más nerviosa sobre lo exitosa que es a medida que prosperó cada vez más y se fusionó con los dólares corporativos que se pegaron a su éxito como insectos seducidos por la miel. Mientras más lujoso se volvía el castillo, el foso también se volvía cada vez más hondo, y la obligación principal de Stern durante las últimas dos décadas ha sido cavar ese mismo foso.
Él ha sido el vehículo para la tremenda inseguridad que ha acompañado al gran éxito de la NBA", la crítica de Pierce al legado de Stern que concluye así. "Él ha logrado que la liga brille como nunca, le ha lijado los bordes imperfectos y dejó que ese sea su legado. Él ha creado un producto que la gente quiere comprar…", indica el texto publicado por Grantland.com. Y es que Charles P. Pierce narró en el documento un viejo episodio con David Stern como protagonista, ocurrido a mediados de la década de 1980 en el bar de un hotel de Los Ángeles cuando se disputada una serie entre Lakers y Celtics.
Esa pequeña historia en la vida del ex comisionado de la NBA puede resumir el por qué de una personalidad como la de Stern, pero de manera muy especial el trato que mostró a lo largo de 30 años. "…Era ya pasada la medianoche cuando el comisionado David Stern bajó, pidió una cerveza, se sentó en el sillón y habló con cualquiera que pasaba por ahí — y había mucha gente merodeando a esta altura de la noche.
Alguien — no me acuerdo quién, pero sospecho que era alguien que pertenecía al staff de relaciones públicas de la NBA– ordenó una gran cantidad de esas pizzas que vienen servidas de a una porción y por las cuales los hoteles más finos de los Estados Unidos siempre cobran de más cuando sus huéspedes necesitan comer algo a las dos de la mañana.
"En ese momento, alguien pasó las pizzas de un lado de la sala, por sobre la cabeza del comisionado, y derecho hacia la pared ubicada sobre él. Alguien más puso un sombrero sobre la barra, y así se declaró por primera (y, que yo sepa, única) vez el concurso llamado "Golpea al Comisionado con una Pizza por un Dólar".
Si tu ponías un dólar en el sombrero — todo el dinero iba a caridad — podías tirarle una de las pizzas al jefe de la liga, siempre y cuando no lo golpees con ella, ya que todos aquellos involucrados en el asunto querían seguir empleados. Una avalancha respetable de lanzamientos sucedió, y Stern se lo aguantó todo con admirable aplomo mientras restos de muzzarella y tomate explotaban sobre su cabeza hasta que, finalmente, se paró.
'Al diablo con todo esto', él dijo, y abandonó la sala con una ovación estridente", así transcurrió aquel momento de acuerdo con el Grantland.com. Difícil entender que un hombre como Stern se hubiera prestado para una acción de ese tipo, pero con una visión extraordinaria desde entonces y hasta ahora consiguió logros que jamás se hubieran imaginado. "…Posicionar a la NBA en lugares como Qatar" y hoy en día "…que nadie le tira más pizzas a Stern. Solamente un montón de rosas", finaliza el escritor.
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