Las últimas semanas han sido muy interesantes para el cubano americano Brook López. El pívot de los Brooklyn Nets duró un mes en su cama sin hacer más o menos nada, sólo cojear con la ayuda de unas muletas mientras se recuperaba de la operación al que fue sometido tras sufrir una fractura en el quinto metatarso de su pie derecho.
Alejado de los muchachos de Brooklyn hasta que recién logró asistir a una práctica y presenciar los últimos dos partidos locales, López se la había pasado leyendo libros, mirando televisión y disfrutando su pasatiempo, su proyecto de comics, para poder distraerse con el recién percance de su carrera. "Pero te pones a pensar. Entonces te tratas de concentrar con lo positivo y en mi caso me vuelvo loco si hago esas cosas por mucho tiempo", explicó. "Estar cojeando en mis muletas es bastante aborrecible. Obviamente es algo que no disfruto pero he estado haciendo lo mejor que he podido para no se tan vago, para no ponerme gordo. Ha sido difícil con mi mamá en casa cocinando", aseveró López ante los medios durante el receso del medio tiempo del partido de los Nets ante los New Orleans Pelicans el domingo en el Barclays Center.
El centro 'Todos Estrella' de Brooklyn sufrió la misma lesión por segunda vez en su carrera durante un partido en Filadelfia el pasado 20 de diciembre. López, quien se encuentra en el segundo año de un contrato de cuatro años y $60 millones promedió 20.7 puntos, 6.0 rebotes y 1.8 tapones en 17 partidos.
López proclamó estar muy confiado en el trabajo que realizó el grupo de doctores el pasado cuatro de enero. Admitió que se sintió más a gusto esta vez comparada con la primera operación que había tenido. Encontró el proceso previo a la operación muy interesante porque los doctores le iban describiendo y explicando paso por paso como se iba a efectuar la cirugía.
En ese procedimiento, los doctores reposicionaron un hueso en el pie para poder proteger y aliviar el área. Le aplicaron más presión en la parte interna del pie porque López le ponía mucha presión en el lado externo. Explicó que los doctores pudieron bajar el puente dentro del pie. "Será interesante tener que aprender a caminar diferentemente por la primera vez", dijo y mientras se reía agregó que ahora tropezaría a menudo. Luego de las dos cirugías que ha atrevesado López, el primer jugador que viene a la mente de los aficionados de Brooklyn es Yao Ming y como las fracturas que sufrió el chino en el pie izquierdo lo llevaron al retiro después de ocho temporadas. Rendirse hubiese sido la manera más fácil para afrontar esta pesadilla.
"No voy a dejar que cualquier lesión dicté lo que yo voy hacer", argumentó. Aunque su seguidores mantengan la preocupación con el futuro de un jugador que fue sometido a un procedimiento al final de la temporada pasada para reemplazar un tornillo que estaba doblado, López no dudó en poder recuperar su salud y dominar en la cancha a la manera que lo ha hecho durante el tiempo que ha estado sano. "Yo no tengo miedo", declaró. "Estoy confiado que voy a regresar a la duela y voy hacer todo lo que yo pueda. No hay duda en mi mente que estaré de nuevo en la cancha jugando con mis muchachos. Sea lo que sea, estaré allí afuera".
Los Nets tuvieron un récord de 9-17 antes de que su única presencia en el poste sufriera esa desagradable baja. Sin embargo, los muchachos de López han sacado a Brooklyn del hueco en donde se encontraban cuando él se lesionó, han capturado su química y reflejan al equipo que muchos anticipaban antes del inicio de esta campaña.
Con la victoria ante los Pelicanos, Brooklyn aumentó su foja a 14-9 desde que perdieron a López por el resto de la campaña. En su ausencia, el entrenador en jefe Jason Kidd ha utilizado un quinteto titular formado por un escolta, dos bases y un par de aleros, Kevin Garnett y Paul Pierce, aquellos dos jugadores que llegaron de Boston para reforzar a López y los Nets. "Estoy muy emocionado con la manera que el equipo esta jugando", dijo. "Miras a todas las piezas que tenemos y los muchachos que tenemos, creo que jugando como estamos se hubiese esperado. … Solo era cuestión de tiempo". López reveló que entre tres semanas o un mes podrá caminar sin la asistencia de las muletas.
Por Adry Torres / ESPNDeportes.com
