Las autoridades de cloacas y aguas servidas del sur de la Florida están listas para facilitarle el alivio del cuerpo este domingo de la transmisión del Super Bowl. Su misión: hacer que su inodoro descargue como es debido durante el juego. Tantas personas van al baño durante el intermedio y después del juego que la presión del agua, en las tres plantas de tratamiento de aguas servidas del condado Miami-Dade puede bajar a niveles escandalosamente ínfimos.
Al rescate llega una agencia con tuberías destartaladas que ha asignado trabajadores para que vigilen las altas y bajas del uso del agua y se aseguren que todo fluya como es debido. El Departamento de Aguas y Alcantarillado (WASD) “vigilará el consumo y, de ser necesario, hará cambios emergentes y pondrá a funcionar otra bomba en el sistema, por cada planta, para compensar por la baja en la presión”, de acuerdo a un breve memorándum dado a conocer el viernes.
¡Qué alivio!
El Condado ha tenido que subir la tarifa del agua en hasta un 33 por ciento en los últimos cinco años para pagar por una renovación de $12,000 millones del sistema que, se espera, demorará más de una década en terminarse. Miles de millas de tuberías destartaladas y las tres plantas de aguas servidas del Condado necesitan ser reemplazadas o renovadas.
El gobierno federal intervino luego que las tuberías del condado se rompieron más de 65 veces entre el 2010 y el 2012, derramando 47 millones de galones de aguas negras, sin tratar, en nuestras aguas y carreteras.
El peor caso fue el de la Planta de Tratamiento de Aguas del Distrito Central en Virginia Key, la cual derramó 19 millones de galones de aguas negras durante el mismo período de tiempo. Pero esos problemas se resolverán en otro momento.
Charles Rabin crabin@MiamiHerald.com