José Modesto Darcourt Fernández, el estelar zurdo capitalino que fue temor de bateadores durante las décadas de los 70 y 80 de nuestro béisbol, falleció en La Habana a la corta edad de 55 años, víctima de un cáncer de colon que lo tuvo penando sus últimos días de vida.
Darcourt, quien jugó 14 Series Nacionales y tuvo un récord de 129-107 (.547), resultó uno de los lanzadores más trabajadores y temidos de la pelota de Serie Nacional, en una época donde el bate de aluminio y la bola viva, hacían estragos con los lanzadores.
El capitalino, natural de Centro Habana, pero criado en Habana del Este, en su carrera militó en los conjuntos de Constructores, Metropolitanos e Industriales dentro de la Serie Nacional, y La Habana y Ciudad de la Habana en las extintas Series Selectivas.
Resultaba uno de los mejores lanzadores zurdos del país, no solo por su efectividad en la lomita de lanzar, sino por su valor al hacerlo. Su recta veloz, pero sobre todo su curva, eran sus principales armas en el montículo, además de una inteligencia que le permitió combinar de forma muy efectiva sus lanzamientos. Darcourt llegó a integrar el principal elenco nacional cubano al Tope con Nicaragüa de 1980, al Mundial celebrado en Japón el mismo año y a la Copa Intercontinental de Edmonton en 1981.
A partir de ahí y como resultado de los lamentables hechos ocurridos con algunos jugadores del elenco Metropolitanos en el año 1982 en donde a Darcourt, de manera injusta, trataron de involucrar en los mismos, nunca más fue convocado al plantel nacional de Cuba y solo en 1989 jugó en Holanda, con el elenco Ciudad de La Habana, en la edición de ese año del Torneo Portuario de Rotterdam.
A partir de ese momento la injusticia marcó al estelar zurdo de por vida, y los años poco a poco le fueron matando el amor hacia el béisbol. Otros numeritos de su hoja de servicios indican que completó un total de 132 partidos, propinó 28 blanqueadas, salvó 7 choques y ponchó a 1344 bateadores.
Los contrarios le batearon a Darcourt para solamente .238, mientras su promedio de carreras limpias en 1884.2 innings, fue de un extraordinario 2.83. Darcourt sin duda alguna y con un retiro prematuro antes de los 32 años de edad, pudo haber dado mucho más en nuestro béisbol
Fue una leyenda del mismo, sus números lo indican, pero el destino le jugó una mala pasada, en su carrera como pelotero activo y en la propia vida. A Darcourt lo sobreviven su esposa María Antonia y tres hijos, Adonis, Adán y Atila. Llegue a toda su familia nuestras más sentidas condolencias.
Por Ray Otero