Jersey City, Nueva Jersey, EE. UU. — Un viento helado atravesaba Medowlands, soplaba inmisericorde sobre el río Hudson y hacía tiritar Manhattan. Parecía que la Madre Naturaleza se tomaba en serio el lema de la NFL para el inminente Super Bowl: mejor si se sirve frío.
Una semana antes del partido decisivo en que los Broncos y los Seahawks se citan en la helada Gran Manzana, el domingo permitió un respiro momentáneo. Las temperaturas "subieron" a unos cinco grados centígrados bajo cero (23 F). ¿Templado? Nada que ver, pero todo es relativo.
No es que los muchachos que saldrán al campo en el estadio MetLife tengan quejas sobre el clima. No se perderían este encuentro por nada del mundo ya sea en la tundra de Nueva Jersey o en el Valle de la Muerte. "Absolutamente", afirmó el linebacker de Denver Wesley Woodyard. "Hemos estado hablando al respecto, es algo clave para todos. Disfrutar el momento en Nueva York, estar allí, gozar del Super Bowl; pero estaremos allí por un motivo, que es ganar un partido de football americano. Creo que todos lo entienden".
Lo que también comprenden es que la semana próxima no será nada como lo que han experimentado durante la temporada. O, para ser más preciso, en ninguna temporada. Más medios informativos sin ninguna duda. La atención pública escudriñando con lupa cada uno de sus movimientos. Una semana lejos de casa. Prácticas en las instalaciones de otro equipo: los Seahawks en el complejo de los Giants frente a las playas de estacionamiento del MetLife, y los Broncos en el lugar de los Jets en Florham Park, a unos 30 minutos de Meadowlands.
"Evidentemente es el partido más importante que hayamos jugado", comentó Doug Baldwin, de los Seahawks. "Es uno de los partidos con los que hemos soñado jugar desde que teníamos seis años en las pequeñas ligas. La distracción de todo el bombo publicitario que lo rodea es decididamente real.
Pero esa distracción es algo que tenemos que tratar de eliminar. No será fácil. Pero para actuar como queremos, tendremos que eliminar esa distracción". Ninguno de los jugadores de los Seahawks ha llegado tan lejos, lo que favorece relativamente a Denver. Los Broncos tienen cuatro que ya han pasado por la experiencia: Wes Welker, Jacob Tamme, Dominique Rodgers-Cromartie y Peyton Manning. Manning, por supuesto, es el único jugador de los Broncos con un anillo de campeón, conseguido al frente de Indianápolis en 2007. También perdió en el Super Bowl de 2010 con los Colts.
Por Barry Wilner/ AP