Nunca faltó gente que le dijera a Derrick Coleman que no sería de capaz de hacer algo. Pero si hay un consuelo por ser el tercer jugador sordo en la NFL es que no podía escucharles. "Apaga tu aparato auditivo. Es lo que mi padre solía decirme", recordó Coleman.
Con alrededor de 1.800 plazas disponibles en los equipos de la liga y el riesgo de una lesión siempre latente, cada jugador tiene al alcance una oportunidad. Pero hay otros que deben superar enormes adversidades. Pocos se darían cuenta que Coleman es sordo al verlo llevar el balón en los acarreos y jugadas con los equipos especiales para los Seahawks.
Tampoco cuando responde a las preguntas de los periodistas. No es hasta que uno puede observar el cable detrás de sus oídos que sirve para mantener en su lugar los dos aparatos auditivos. Los usa desde que tenía tres años, luego que le diagnosticaron una severa pérdida de la audición.
Sigue sin saber la razón del impedimento. Ser blanco de burlas desde niño fue algo constante. "El que se encuentre aquí es testimonio de su sacrificio", declaró maravillado el safety de los Broncos David Bruton, quien tendrá la asignatura de frenar a Coleman el domingo en el Super Bowl.
"No podría imaginarme lo que es eso". Ahora bien, Coleman ha sabido sacar ventaja de su condición, especialmente cuando aprendió leer los labios. "Por eso es que ves a los entrenadores hablando así", dijo riéndose al taparse la boca con la mano. "Es por gente como yo".
En un buen día, con los dos aparatos auditivos, Coleman se considera una jugador promedio, en una escala que va del cero al 10. En un mal día, con el sudor mojando los aparatos auditivos y provocando estática, se considera que es un seis. Sería un dos o menos sin los aparatos auditivos.
Coleman es un jugador útil para cubrir diversas funciones para los Seahawks, un papel que asumió con entusiasmo. Se ha desempeñado como fullback y también como tailback cuando el titular se ha lesionado.
Pero su gran desempeño ha sido en los equipos especiales. También le gusta definirse como "embajador de los sordos" Los defensores Kenny Walker y Bonnie Sloan fueron los dos jugadores sordos que actuaron en la NFL durante un corto tiempo en la década de los 70.
Pero ninguno duró mucho en la liga para convertirse en modelos de la gente con el impedimento. Coleman, en cambio, se ha hecho famoso por aparecer en un comercial de las pilas Duracell, así como un intercambio de mensajes con una niña de nueve años en Twitter.
El Super Bowl le ofrece una irresistible plataforma para mostrarse al resto del mundo. "Lo que estoy haciendo ahora, con esta oportunidad de jugar con los Seahawks de Seattle y en el Super Bowl, es ser un ejemplo a la gente que es sorda, que ellos también pueden hacerlo"
AP