Incluso Clayton Kershaw tiene problemas al contemplar la dimensión de un contrato por siete años y 215 millones de dólares con los Dodgers de Los Angeles, que lo hacen el pitcher más rico del béisbol.
El equipo finalizó el contrato, cuando Kershaw estaba en Dallas. El serpentinero de 25 años dice que hablar de dinero es "un poco incómodo para mí".
Kershaw y su esposa Ellen han estado discutiendo cómo gastar el dinero, y la mayor parte de la discusión involucra caridad. La pareja apoya un orfanato en Africa y dos grupos que financian programas extraescolares para niños en Los Angeles y Dallas. Kershaw dice que el dinero es "una tremenda bendición y una tremenda responsabilidad". / AP