El relevo de la llama olímpica de los Juegos de Invierno de Sochi rompió hoy una nueva barrera humana cuando un hombre de 101 años portó la antorcha en la ciudad siberiana de Novosibirsk.
El relevista olímpico de más edad de la historia, Alexandr Kaptarenko, recorrió 200 metros por las calles de la ciudad bajo una temperatura de varios grados bajo cero entre los aplausos de sus conciudadanos.
Kaptarenko, que practica el tenis de mesa desde los años 50 del siglo XX, se entrenó durante varias semanas con un pescado congelado de similar forma y peso que la antorcha hecha de metal.
Pese a su avanzada edad, el ruso se encuentra en buena forma física y tiene intención de participar en 2015 en el Europeo de tenis de mesa para veteranos. "Tendrá lugar en Polonia o en la República Checa, donde me conocen bien y siempre me esperan", comentó, según la agencia oficial RIA-Nóvosti.
Kaptarenko admite que no es el hecho de que sea centenario lo que le sitúa en desventaja frente a sus rivales, sino los problemas de visión. "Me molesta un poco al jugar. (Mis rivales) Tienen unos 80-85 años, así que no me será fácil", indicó.
Desde que el presidente ruso, Vladímir Putin, diera el pistoletazo de salida al relevo al encender la llama olímpica en la Plaza Roja el pasado 6 de octubre, la antorcha ha recorrido decenas de miles de kilómetros. Entre otras hazañas, la antorcha viajó al espacio, aunque sin llama olímpica, ya que está prohibido en la Estación Espacial Internacional, al Polo Norte y al lago Baikal, el más profundo del planeta.
Éste será el relevo más largo de la historia de los Juegos de Invierno, ya que recorrerá más de 65.000 kilómetros a manos de 14.000 relevistas a través de 130 ciudades de las 83 entidades federadas que componen este país eurasiático.
Finalmente, tras 123 días de recorrido, la antorcha encenderá el pebetero del estadio olímpico de Sochi el 7 de febrero de 2014, cuando tendrá lugar la ceremonia de inauguración de los XXII Juegos de Invierno. / EFE