Más de 35.000 personas, entre ellas unos 5.558 extranjeros, marcaron este domingo un récord de participación en el maratón de Shanghái, que ha celebrado su decimoctava edición bajo un nivel de contaminación de alerta máxima en la escala de micropartículas dañinas.
Los vencedores fueron el sudafricano Stephen Mokoka, que completó el recorrido en 2h09:30, y la etíope Shewaye Aberu Kebede con un tiempo de 2h23:28.
La carrera comenzó a las siete de la mañana en el centro del malecón fluvial del Bund, el lugar más famoso de la ciudad, y atravesó 42 kilómetros hasta el Estadio de Shanghái, sede de partidos de fútbol durante los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Durante el fin de semana se registraron emisiones contaminantes superiores a los 300 microgramos por metro cúbico, según las mediciones del consulado estadounidense en la ciudad, considerado a menudo una referencia más fiable que las cifras oficiales.
Con todo, según cifras oficiales chinas, durante la carrera de ayer la contaminación pasó sólo de unos 160 microgramos (nivel "perjudicial para la salud" según la escala internacional del consulado estadounidense) hasta los 202 según avanzó la mañana ("muy perjudicial para la salud" a partir de 200).
La propia prensa local se hace eco hoy de las elevadas cifras de contaminación, como el popular "Dongfang Zaobao", que sin embargo dedica su portada entera a una imagen aérea de Shanghái en la que se ve a los corredores saliendo de su turístico malecón (el Bund) bajo sus rascacielos entre una visibilidad de apenas cientos de metros.
Aunque la intención de la portada es bastante festiva ("Una ciudad de ensueño para correr, ¡corre, corre!", se podría traducir su titular de hoy), la imagen refleja el fuerte grado de contaminación, que durante esta mañana ha pasado de "peligroso" (más de 300 microgramos) a "muy perjudicial para la salud" (276 microgramos a media tarde).
Lo que miden estas cifras son el número de microgramos de las llamadas partículas PM 2,5 (con un diámetro inferior a 2,5 micras), cuyo tamaño hace posible que entren en la sangre y se acumulen en los pulmones, lo que hace de ellas los componentes más dañinos de las frecuentes neblinas contaminantes de las grandes urbes chinas.
Una medición por encima de 300, según explica el propio consulado estadounidense, aconseja que toda la población evite cualquier tipo de actividad en el exterior" y que la gente con problemas de corazón o pulmón, los adultos más mayores y los niños permanezcan en casa y mantengan bajos sus niveles de actividad.
La medición más reciente, de esta mañana, que recoge hoy la Oficina de Protección Medioambiental de Shanghái es de 315 microgramos por metro cúbico de PM 2,5, lo que en su escala equivale a un nivel VI de alerta de polución ("severamente contaminado").
Este nivel VI, describe el organismo oficial, dispara alertas sanitarias de condiciones (ambientales) de emergencia. "La población en general sufre severos síntomas, con una obvia reducción de la tolerancia al ejercicio", por lo que recomienda a todo el mundo "evitar toda actividad física en el exterior". (EFE)