Inocente Fiss y Pedro Rodríguez tenían el sueño de convertirse en campeones del mundo en el boxeo, pero luego de una riña que involucró a ambos esa idea ha quedado reducido a una pesadilla.
Todo sucedió el viernes pasado en el apartamento que comparten los dos púgiles cubanos en el área de Eureka, cuando al calor de una discusión Fiss agredió con un machete y provocó cortes en el brazo derecho a Rodríguez, quien se mantiene ingresado en el Hospital de Kendall luego de una operación para reparar ligamentos y tendones.
“Es muy triste lo que ha sucedido y creo que la carrera de los dos se ha terminado’’, expresó Carlos Rodríguez, presidente de Dream Team Boxing, empresa que los dirige en el deporte. “Lo más triste de todo es que eran amigos, compartían el mismo techo, y como si fuera poco teníamos planes para que combatieran el 26 de noviembre en una velada de Golden Boy Promotions’’.
Ahora, en vez de prepararse para esa cartelera en el BB&T Center, en Sunrise, tanto Fiss como Rodríguez enfrentan un futuro incierto. No se sabe si el segundo presentará cargos contra su excompañero, pero si se da por descontado que jamás podrá subirse a un cuadrilátero.
Según la versión que ofreció Rodríguez a su promotor, Fiss llegó borracho y comenzó a quejarse de que la novia del otro boxeador no le había traído comida, lo cual hizo escalar la discusión hasta el punto de atacarlo con el machete.
La versión de Fiss gira sobre una posible estafa que Rodríguez habría cometido a un amigo suyo, la cual no pensaba pagar. Cuando se le preguntó, Fiss reconoció el incidente, aunque negó el relato de Rodríguez y no quiso ofrecer una explicación clara.
El espirituano fue detenido por la policía, pero luego de responder varias preguntas fue dejado en libertad ese mismo día.
Al cierre de esta edición, todavía no se había podido contactar con Rodríguez para escuchar su parte. “Este es un caso de estupidez humana, simple y llanamente’’, agregó Carlos Rodríguez.
“Espero que ambos, cuando tengan oportunidad de reflexionar, se den cuenta del error. Yo, como presidente de la empresa, no quiero saber nada más de ellos.
Nunca pensé que llegaría a este punto’’. Pero el punto es de no retorno. Fiss (15-0, 9 KO) era un púgil de cierto reconocimiento amateur cuando llegó a Estados Unidos a principios del 2010, con un bronce en un mundial juvenil y otro bronce en juegos panamericanos, además de varios títulos nacionales, pero su carrera no avanzó tan rápido como esperaba entre los pesos welter y súper welter.
Rodríguez (15-1, 13 KO) no tenía el palmarés amateur de Fiss, mucho menos su calidad, y su gran momento llegó en febrero del 2012, cuando enfrentó en televisión nacional al ruso Magomed Abdusalamov, el mismo que ahora se encuentra en estado de coma en un hospital de Nueva York luego de su derrota frente al cubano Michael Pérez.
En aquella ocasión, Abdusalamov lo derrotó por nocaut en el segundo asalto y de ahí en adelante su carrera no fue a ninguna parte.
Según el presidente del Dream Team, la velada del 26 de noviembre habría servido para relanzarlos o poner en perspectiva la realidad de sus futuros en el boxeo.
Rodríguez, de 27 años, se hace llamar “El Reguilete’’ por su supuesta manera de girar dando golpes; a Fiss, de 33 años, se le conoce como “El Lucero Espirituano’’. Por estos días, sin embargo, la luz parece haberse apagado para ambos, al menos en el ring.
Por Jorge Ebro/ elnuevoherald