Un hombre de Nueva York que trataba de establecer un récord de buceo libre (o apnea) murió ayer domingo después de salir a la superficie desde una profundidad de más de 60 metros.
Nicholas Mevoli, de 32 años, natural de Brooklyn, esperaba llegar a 72 metros (236 pies) con una sola bocanada de oxígeno y sin la ayuda de las aletas.
Cuando salió a la superficie, hizo la señal de OK y 30 segundos después perdió el conocimiento, dijeron los organizadores.
Mevoli iba por un registro histórico en el Agujero Azul de Dean en las Bahamas, considerado el más profundo del mundo en agua de mar.
La competición de 10 días reunió a 56 buceadores procedentes de 21 países que participaron en una variedad de eventos. “La competencia de buceo libre tiene un historial de seguridad envidiable, pero el deporte nunca está exento de riesgo, algo comprensible para todos los buceadores", dice en un comunicado.
En la apnea, los buzos se sumergen a grandes profundidades y resurgen con una sola respiración, evitando equipos respiratorios tales como tanques de oxígeno. (CNN)