(EUROPA PRESS) La selección de Francia no faltará al Mundial de Brasil después de obrar el milagro y remontar a Ucrania (3-0) en el partido de vuelta de la repesca, gracias a los goles de Sakho, del madridista Karim Benzema y de Gusev en propia, que tumbaron a un rival que pagó muy caro jugar con 10 desde el minuto 47 por la expulsión de Khacheridi.
El equipo de Didier Deschamps se desprendió de la crítica y consiguió darle la vuelta a un 2-0, resultado que nadie había levantado previamente en el camino hacia un Mundial.
Después de perder en Kiev hace cuatro días, dando una mala imagen, Francia se creció al calor de Saint-Denis y volverá a estar en un Campeonato del Mundo, donde no falla desde 1998. En el mismo escenario donde los 'bleus' consiguieron su primer y único título, inundado de banderas, el equipo galo firmó un gran comienzo para arrinconar a Ucrania.
Benzema, titular este martes, fue de los mejores y pronto puso en apuros a la defensa visitante, muy apurada con la calidad del delantero del Real Madrid.
Sin embargo, el primer gol de los franceses llegó a través de un rechace de Pyatov, que dejó en bandeja el 1-0. El lanzamiento lejano de Pogba lo aprovechó Sakho a los 20 minutos y allanó el camino. Dos minutos después Benzema anotó el segundo, pero fue anulado por un fuera de fuego inexistente que recordó aquella mano de Henry que sirvió un billete frente a Irlanda.
Antes de alcanzar la media hora, el ex del Lyon volvió a tener su momento de gloria, pero esta vez su remate sí subió al marcador. Benzema fue el más listo y se hizo dueño de un balón que quedaba suelto en el corazón del área.
En posición antirreglamentaria, el 2-0 dejó sin argumentos a los ucranianos, argumentados en la calidad de Yarmolenko.
EXPULSIÓN Y AUTOGOL.
Nada más comenzar la segunda mitad, Francia continuó volcada sobre la portería de Pyatov y –para colmo– se encontró con la doble amonestación de Khacheridi, que le dejó el pase en bandeja.
A los 'bleus' les hacía falta un gol y afrontaban el tramo decisivo con uno más sobre el verde de Saint-Denis. Ribery lo intentó de todas las maneras, pero fue nuevamente Sakho quién metió el pie en un barullo para introducir el 3-0 que previamente tocó en Gusev.
El tanto mató a los ucranianos, muy perdidos en los instantes finales, aunque todavía contaron con una falta al borde del área que pudo haber dejado sin aliento a la afición local. Con este triunfo, Deschamps terminó manteado y Ucrania, con la primera derrota en su haber desde que Mykhaylo Fomenko es seleccionador. Un tremendo castigo para los ucranianos, cuyo único recuerdo mundialista pasa por 2006 y aquella generación que lideró Andriy Shevchenko.
FICHA TÉCNICA.
–RESULTADO: FRANCIA, 3 – UCRANIA, 0 (2-0, al descanso).
–ALINEACIONES.
FRANCIA: Lloris; Debuchy (Sagna, min.78), Varane, Sakho, Evra; Matuidi, Cabaye, Pogba; Valbuena, Ribery, Benzema (Giroud, min.82).
UCRANIA: Pyatov; Rakitskyi, Khacheridi, Shevchuk, Mandzyuk; Yarmolenko, Bezus (Gusev, min.64), Edmar, Rotan; Konoplyanka y Zozulya (Seleznov, min.71).
–GOLES: 1 – 0, min.22, Sakho. 2 – 0, min.34, Benzema. 3 – 0, min.72, Gusev, en propia meta. –ÁRBITRO: Damir Skomina (SLO). Amonestó a Sakho (min.45), Evra (min.67) y Debuchy (min.69) en Francia; y a Rotan (min.7) y Mandzyuk (min.90) en Ucrania. Expulsó a Khacheridi por doble amonestación (min.45 y 47). –ESTADIO: Saint-Denis.
Por otra parte, Grecia resistió en Bucarest, donde rentabilizó la victoria en el enfrentamiento de ida para confirmar su billete a la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™, lo que supone su tercera participación en una cita mundialista de su historia.
Los pupilos del seleccionador portugués, Fernando Santos, se mantuvieron firmes ante la intensa presión ejercida por Rumanía desde el inicio del partido, que permitía soñar a los 53.000 aficionados locales con remontar el 3-1 del primer choque.
Con mucho corazón y poca precisión, los locales lanzaron una ofensiva liderada por el extremo del Espanyol Gabriel Torje, que llegó a centrar varios balones al área pequeña con peligro pero los delanteros llegaron siempre unas décimas de segundo tarde. Torje dispuso de un disparo a la portería defendida por Karnezis, lanzamiento que pasó cerca de la escuadra y que hizo levantar a la gente de las gradas para seguir aupando a su selección.
En cambio, los griegos lograron despertarse de su letargo a los veinte minutos de juego, después de que el atacante Samaras golpeara con la cabeza un balón que rozó el palo derecho del guardameta Tatarusanu.
Ese aviso preconizaba lo que sucedió justo un minuto después: el delantero Mitroglou se plantó solo ante el portero rumano para subir el primer tanto al electrónico tras un error del defensa Matel, al romper el fuera de juego. El Estadio Nacional de Bucarest enmudeció por completo ante la impotencia de su equipo e hizo estallar de alegría a los 2.000 aficionados helenos que se desplazaron a la capital rumana y pudieron celebrar la clasificación a su tercer mundial, tras los de 1994 y 2010.
El seleccionador rumano, Victor Piturca, recibió otro revés al verse obligado a cambiar por lesión al defensa Rat por Latovlevici.
En la reanudación, Rumanía parecía contentarse con un resultado en contra, llegando a la portería contraria con poca fe, hasta que Torosidis marcó en propia puerta en el minuto 55 después de que Holobas chutara un balón contra su compañero.
El portero Karnezis no tuvo reacción ante un balón que se coló por su escuadra derecha. Con el tanto del empate, los hombres de Piturca volvieron a creer en sus posibilidades de igualar la eliminatoria, pero la férrea defensa griega y la precipitación de los rumanos disiparon esos instantes de euforia.
El defensa Latovlevici desaprovechó una clara oportunidad para conseguir el segundo gol en una falta directa desde la media luna. La insistencia rumana en el área rival provocó que los griegos se dedicaran a defender y dejar pasar los minutos para certificar su octavo partido consecutivo sin perder.
La campeona de Europa en 2004 regresará a la máxima competición del fútbol mundial, mientras que los rumanos se quedaron a las puertas de una cita, a la que no acuden desde Francia 1998. (EFE)