El serbio Novak Djokovic, número dos del mundo, se convirtió hoy en el ganador del último Masters 1.000 del año, el torneo de Bercy, tras derrotar en la final al defensor del título, el español David Ferrer, por un doble 7-5 en algo menos de dos horas.
Con su segunda victoria en la pista cubierta parisiense, tras la lograda en 2009, Djokovic mantiene además abierta la pelea por el número uno del mundo al final de temporada con el español Rafael Nadal, un pleito que se dirimirá la semana próxima en el trofeo de Maestros de Londres.
Djokovic ganó un duelo vibrante, apasionante por momentos, jugado de poder a poder desde el fondo de la pista. Ferrer dominó los dos sets, pero en el momento crucial se le encogió la mano y los dejó escapar.
En cada una de las mangas, Ferrer sacó para ganar, pero en las dos ocasiones lo dejó escapar. El levantino, que el año pasado había sumado en Bercy su primer Masters 1.000, optaba a convertirse en el primer tenista en duplicar el éxito de forma consecutiva desde la creación del torneo en 1986.
Pero se quedó a las puertas tras una meritoria participación en la que derrotó en semifinales al número uno del mundo, pero se quedó con la miel en los labios frente al dos.
Es la sexta final consecutiva que pierde Ferrer desde que en febrero pasado se alzó con el torneo de Buenos Aires. En las dos últimas semanas ya dejó escapar los títulos de Estocolmo y Valencia en el último partido.
A pocas horas del inicio del torneo de Maestros de Londres que reúne a los 8 mejores del año, Djokovic demostró que es el tenista más en forma del final de temporada. La de hoy fue su décimo séptima victoria consecutiva, nadie le gana desde que Nadal le derrotara en la final del Abierto de Estados Unidos.
El serbio, que a principios de año se alzó con el Abierto de Australia, sumó su sexto triunfo del año, el tercero en un Masters 1.000, junto a Montecarlo y Shangai.
Se convierte en el décimo quinto jugador de la historia en ganar 40 títulos individuales. La victoria en Bercy, la primera lograda frente a Ferrer en pista cubierta, fue un triunfo de fe.
El serbio estuvo abajo en la mayor parte del partido, dominado por un regular Ferrer, pero en cada una de las mangas supo sobreponerse y acabar ganando. El español controló el primer set y en el quinto juego rompió el juego de su rival, muy inseguro con su primer servicio.
La ventaja le duró hasta el décimo, cuando servía para ganar. Ahí apareció el mejor Djokovic, que enlazó una serie de 14 puntos de 16, quebró el saque del español en dos ocasiones y se apuntó el primer parcial.
A Ferrer le costaba creer que había dejado marchar un set que había controlado y en el que su juego había estado lleno de regularidad. El inicio del segundo también fue propicio para Ferrer, que quebró el saque de Djokovic. Incluso en el tercer juego tuvo ocasión de doblar la ventaja, pero la red y un "smach" demasiado flojo dejaron vivo al serbio.
Ferrer volvió a presentarse con el mismo escenario que en el primer set, 5-4 arriba y con el servicio para cerrar la manga. Pero, de nuevo, el miedo a ganar pudo más. Djokovic quebró de nuevo y, como en el primer set, encadenó tres juegos que le dieron el partido. Ambos tenistas viajarán enseguida a Londres.
Djokovic tiene allí la oportunidad de sobrepasar a Nadal en el ránking y acabar como número uno del mundo. Para impedirlo, el mallorquín tiene que ganar dos partidos en la capital británica. De no conseguirlo, el serbio puede superarle si gana sus cinco duelos en Londres y los dos individuales de la final de la Copa Davis que Serbia disputará contra la República checa la semana siguiente. (EFE)