El serbio Novak Djokovic, número dos del mundo, se impuso hoy al argentino Juan Martín del Potro, quinto de la ATP, por 6-3, 3-6 y 6-3 en una hora y 54 minutos, y se aseguró una plaza en las semifinales de la Copa de Maestros que se disputa en Londres.
Del Potro, que ganó en la primera jornada de la fase de grupos al francés Richard Gasquet, se jugará por su parte un puesto en la siguiente ronda con el suizo Roger Federer el próximo sábado.
Del Potro se ha enfrentado a Djokovic nueve veces en los últimos dos años y conoce sus golpes a la perfección, si bien solo ha logrado sacar dos victorias de todos esos encuentros.
Esta noche, en Londres, volvió a caer en la trampa del serbio, a pesar de que le complicó el encuentro en el segundo parcial.
A sus 25 años, Del Potro ha recuperado esta temporada las mejores sensaciones de su carrera y se presenta en el torneo que clausura el año por segunda vez como número cinco del ránking, la misma posición que defendió en 2009, cuando estalló como tenista al conquistar el Abierto de Estados Unidos.
El argentino se empleó a fondo el lunes para batir a Gasquet (6-7(4), 6-3 y 7-5) y venció así la maldición que mantenía hasta ahora en el primer partido del torneo, que perdió en sus tres participaciones anteriores.
Con opciones de cerrar hoy su pase a las semifinales, Del Potro salió encendido al tapete azul del O2 Arena. Mientras a Djokovic se le calentaba el brazo en el juego inaugural, el argentino aprovechó para forzar sus dos primeras bolas de ruptura, que asentaron su autoridad sobre la pista.
Desde sus casi dos metros de altura, el número cinco lanzaba golpes precisos y potentes contra un Djokovic que se refugiaba en largos intercambios a la espera de un error de su rival o una bola a la línea que le solventara el punto.
El serbio ya sabe que no podrá arrebatarle en 2013 el número uno del mundo al español Rafael Nadal, pero aspira a cerrar una temporada agridulce, en la que ha perdido dos finales de Grand Slam (Wimbledon y US Open), conquistando su segundo Masters consecutivo, el tercero de su carrera.
A Djokovic se le doblegaba la raqueta hacia atrás ante los obuses que le enviaba el argentino al servicio, pero sabía después buscarle el revés en el momento justo para dejarle desarmado.
Tras varios juegos al límite, el serbio impuso su astucia al resto para ponerse 4-2 por delante en el primer parcial, y a partir de ahí Del Potro, aunque continuaba sacando con rabia, no pudo más que dejarse arrastrar hasta el final del primer set.
Con ventaja en el marcador, el serbio se relajó y permitió que el argentino se creciera ante los más de 15.000 espectadores que abarrotaban el O2 Arena de Londres, que le jaleaban en español en las pausas entre juegos.
Con todo, Djokovic no tenía intención de dejar escapar el partido, y en el mismo punto que en el primer set, con 2-3 y al resto, dejó en blanco al argentino, un golpe que resultó definitivo en el duelo. (EFE)