El entrenador de Honduras, el colombiano Luis Fernando Suárez, afirmó ayer viernes que el partido contra Brasil va a tener un ambiente parecido a un Mundial.
Ambas escuadras chocarán hoy (7 p.m.) en el Sun Life Stadium en una jornada que puede batir todos los récords de asistencia para un encuentro futbolístico en la Florida, con una preventa de boletos cercana a los 68,000.
Además, los organizadores han prometido una gran fiesta, con fuegos artificiales, amenidades y una serie de atractivos para ir cultivando a la afición con miras a megapartidos que se programarán en el 2014 en el mismo escenario. “El encuentro contra Brasil nos va a dar la oportunidad de ver de qué madera están hechos nuestros jugadores”, comentó Suárez. “Nos va a dejar muchas enseñanzas de cara al Mundial”.
Dentro de siete meses empezará el Mundial 2014 y para Brasil el compromiso contra Honduras es el penúltimo del año en su preparación para la Copa que organizará por segunda vez en su historia.
En 1950 perdió la final contra Uruguay en el Maracaná. Esta vez confía en ganarla en el mismo escenario donde sufrió la mayor caída futbolística de su historia.
El choque de hoy en Miami no es un Mundial, pero la expectativa resulta extraordinaria. A la práctica de Brasil en el Sun Life Stadium, la tarde del viernes, asistieron alrededor de 300 periodistas.
“Parecía la final del Heat”, comentó uno de ellos. El entrenador de Brasil, Luiz Felipe Scolari, dispuso un partido en territorio reducido. Los jugadores se vieron obligados a entregar el balón al primer toque y se pudo apreciar la magia de los brasileños, entre ellos Neymar y Robinho.
La lluvia interrumpió las prácticas y por el mismo motivo los catrachos no pudieron entrenarse después de los canarinhos como estaba programado. “El partido contra Honduras es muy importante para todos; ellos tienen grandes jugadores y nuestra meta es prepararnos para conquistar el título mundial”, comentó el delantero del Barcelona. “Sabemos que hay enorme presión y prácticamente es un deber ser campeones. Sabemos que será difícil y debemos seguir trabajando duro para alcanzar el sueño. Tratamos de jugar cada partido como si fuera la final del Mundial”.
La seriedad de Brasil, el entusiasmo de Honduras y la magnífica respuesta de los aficionados tiene muy entusiasmados a los organizadores que quieren que la noche de este sábado sea una experiencia inolvidable para los aficionados, tal como lo fueron los partidos Barcelona contra Chivas de Guadalajara y Real Madrid frente a Chelsea.
Suárez dijo: “Es necesario tener el balón para lograr alguna contundencia contra los brasileños. Queremos proponer, ser un rival incómodo y para ello debemos tener el balón”. “Los resultados son secundarios. Lo importante es que Honduras juegue bien. No me mueve tanto ganar. Lo importante es jugar bien”. “Neymar es un grandísimo jugador, pero alrededor de Brasil hay gente de gran calidad. Me gusta jugar zonalmente. Vamos a tener un cuidado especial, porque Brasil es mucho más que un jugador”.
“En esencia, voy a disfrutar del buen fútbol”. “Tres entrenadores colombianos estaremos en el Mundial y Colombia será dirigida por un argentino. José Pekerman unió al país. Supo adentrarse en la gente y superar los regionalismos”.
Por Luis F. Sanchez / Nuevo Herald