Se cumplen 60 años del debut de Alfredo Di Stéfano con el Real Madrid, considerado uno de los mejores futbolistas de la Casa Blanca. La Saeta Rubia, como es denominado en la capital española, jugó su primer partido en el Santiago Bernabéu el 23 de septiembre de 1953, en un amistoso frente al Nancy francés.
Pese a la derrota de los españoles por 4-2, Di Stéfano marcó uno de los goles y ya comenzaba a desplegar sus dotes como jugador y como líder. El arribo del argentino -luego nacionalizado español- al Real Madrid, le cambió la cara a un equipo que venía siendo opacado por el Barcelona en el ámbito local.
Justamente el club catalán tuvo deseos de incorporarlo pero el Real Madrid fue el que ganó la pulseada. Con su exquisito talento y su capacidad goleadora, colocó a los merengues en el primer plano y volvió a hacer del Madrid un equipo poderoso.
Di Stéfano jugó 396 partidos con el Real Madrid, en los que anotó 307 goles y entre sus logros más importantes se destacan: ocho Ligas, siendo el máximo goleador en cinco de ellas (1953/54, 1955/56, 1956/57, 1957/58 y 1958/59), cinco Copas de Europa, una Copa de España, y una Copa Intercontinental.
Además, fue el máximo goleador histórico del club español hasta ser superado por Raúl González en 2009, con 323.
Esto le valió el Balón de Oro en 1957 y 1959, otorgado por la UEFA, además de ser considerado como uno de los mejores jugadores del siglo XX por la FIFA.
En julio de 1982, dieciocho años después de su despedida del Bernabéu, Di Stéfano fue presentado como entrenador del Real Madrid pero no pudo conseguir los mismos logros que había obtenido como jugador: a pesar de que llevó al equipo a cinco finales, en las cinco quedó subcampeón.
A sus 87 años, Alfredo Di Stéfano es una leyenda viviente del Real Madrid y uno de los principales responsables de haber transformado el fútbol en esa institución y revolucionar el deporte en España. Por todos sus logros, su calidad e ingenio, fue que el club merengue lo nombró presidente de honor en el año 2000. (Elclarin)