El mismo Ichiro Suzuki no sabe cómo evaluar el hito al que se acerca: Los 4,000 hits de por vida en el béisbol profesional. Sin embargo, tanto el japonés como sus colegas reconocen que será un momento histórico para celebrar.
Ichiro llegó al viernes con 3,994 imparables, incluyendo los 1,278 que acumuló en una carrera sensacional de nueve años en Japón. Pete Rose (4.256) y Ty Cobb (4,191) son los únicos jugadores en la historia de Grandes Ligas en alcanzar los 4,000 indiscutibles.
Es difícil comparar los números, pero Ichiro ya ha notado la atención puesta a su hazaña. "Recientemente estuve en un ascensor con un vecino que nunca he conocido, y esa persona me dijo, 'Hey, está a sólo 11', relató Ichiro a través de un intérprete. "Me sorprendió. No pienso mucho en eso. No sabía el número exacto, pero así son las cosas."
Ichiro se encuentra en su 13ra campaña de Grandes Ligas y es considerado un Salón de la Fama seguro en el futuro. Además, ha despejado toda duda acerca de la capacidad de los peloteros japoneses de triunfar en la Gran Carpa. Después de hacer su debut profesional en 1992 a los 18 años por Orix Blue Wave, Ichiro fue tal vez la estrella más brillante del béisbol japonés, antes de recibir la oportunidad de jugar en Grandes Ligas en el 2001.
Ese año, encabezó la Liga Americana con 242 hits y promedio de .350, siendo nombrado Novato del Año y Jugador Más Valioso del Joven Circuito. El mensaje era claro: Sólo puedes batearles a los equipos que enfrentas. Sin importar que el oponente fuera Hokkaido Nippon-Ham Fighters o Medias Rojas de Boston, lo más común era que Ichiro le hiciera la vida imposible al lanzador contrario. "Esto es algo grande", dijo Ken Griffey Jr., ex compañero de equipo de Ichiro en los Marineros. "No tienes que ser un pelotero estadounidense, canadiense o dominicano. Uno ve el tiempo y el esfuerzo que ha invertido para perfeccionarse. Esto es algo que sólo tres personas han hecho, los 4,000 hits".
Se ha hecho el argumento que si se van a incluir las estadísticas del béisbol japonés, entonces quizás deberíamos incluir los números de liga menor a la hora de ponderar el total de hits como profesional. Pero si lo hacemos, eso sólo sirve para acentuar la grandeza de Ichiro. En ese caso, sólo tres jugadores más alcanzarían los 4,000 imparables: Hank Aaron (3,771 en G.L., 324 en liga menor); Stan Musial (3,630 en G.L., 371 en liga menor) y Jigger Statz, quien conectó 737 de sus 4,093 hits como profesional a nivel de Grandes Ligas con cuatro equipos diferentes de 1919 a 1928.
"Son muchos hits, hombre", dijo el torpedero de los Yankees, Derek Jeter. "No me importa que sean 4,000 en Pequeñas Ligas. Demuestra lo consistente que ha sido en su carrera. También te hace ver los muchos hits que ha dado aquí (en las mayores) en poco tiempo. Eso es difícil de hacer, así que Ichi ha sido tan consistente como cualquiera".
Ichiro tuvo 200 indiscutibles o más en cada una de sus primeras 10 temporadas en Grandes Ligas por los Marineros. Ahora, en los últimos años de su carrera, es autor de por lo menos 150 hits en cada una de sus primeras 12 campañas, hazaña lograda sólo por Paul Waner, Richie Ashburn y el dominicano Albert Pujols en la era de la "bola viva".
"Es increíble", dijo el manager de los Angelinos, Mike Scioscia. "De las pocas cosas con las que puedes contar en este juego, los 200 hits en una temporada de Ichiro era una de ellas. "Aún corre bien y pone la bola en juego", continuó Scioscia. "Está dando sus hits. No puedo decir que haya sido divertido verlo, porque muchos nos perjudicaron a nosotros. Pero sin dudas, es un jugador especial y un Salón de la Fama".
Ichiro bromea que una gran diferencia entre los lanzadores contrarios en Japón y los de Grandes Ligas es que ahora tiene que esperar mucho más tiempo entre pitcheos. Reconoce que hay una diferencia entre el talento entre los dos grupos, pero no sabe bien cómo medirlo. "Creo que no es fácil batear", dijo el jardinero.
"Aun si te enfrentas a un muchacho de escuela secundaria, de verdad tienes que poner lo mejor de ti para conectarle un hit". Sin importar el contrario, Jeter no se sorprende con la consistencia de Ichiro. Ahora con más de un año como compañero del japonés, el "Capitán" de los Yankees se ha impresionado con la dedicación del guardabosque. "Nunca toma días de descanso", dijo Jeter. "Aun en los días libres viene a batear y tirar. Creo que estuvo tirando en el Parque Central durante la pausa del Juego de Estrellas. Lo hace todos los días".
En cinco inviernos, Ichiro ha ido a Cooperstown para ver el Salón de la Fama. Ha tenido en sus manos el bate de George Sisler, quien tenía la marca de 257 hits en una temporada, antes de que el japonés conectara 262 en el 2004. Aún habla con bastante reverencia sobre Rose y Cobb. "Ellos han hecho cosas especiales y jugaron durante mucho tiempo", dijo.
"Siento que aún no pertenezco a ese grupo. También estamos hablando de una combinación de estadística en (Estados Unidos) y Japón, así que creo que es difícil ponerme en la misma categoría que ellos". Griffey Jr. está entre los que están en desacuerdo con eso. "Es algo para reconocer", dijo Griffey Jr. "Y ya verán, va a dar jonrón (como su hit número 4,000). Ya lo estoy pronosticando".
Por Bryan Hoch / MLB.com